Berlusconi está de moda

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de mayo de 2001.
Publicado en El Semanal Digital.

El doctor Silvio Berlusconi, el candidato y probable triunfador del centro-derecha en las elecciones italianas del domingo 13 de mayo, no tiene muchos amigos entre la clase política. Empresario antes que político, sus negocios, su imperio audiovisual, sus relaciones más bien confusas con los poderes fácticos italianos y extranjeros, todo está sirviendo para crear una imagen de corrupción y de amenaza para la democracia el país hermano.

Acusado de soborno y de tráfico de influencias en Italia y en España, Berlusconi y su partido Forza Italia se mantienen a la cabeza en las encuestas de intención de voto. Pese a todo, el hombre de Telecinco mantiene su imagen de enemigo de la corrupción y de los políticos profesionales entre el pueblo italiano; a la coalición que dirige se le augura la mayoría absoluta, hecho poco frecuente en Italia.

La prensa española, en especial ‘El País’ y ‘El Mundo’, se hace eco de los argumentos de la izquierda neocomunista italiana, que quiere descalificar a su enemigo. Ciertamente Berlusconi es un hombre contradictorio, católico practicante y ex-masón, aventurero de los negocios y adalid de la honestidad política. Es más que probable que muchas de las acusaciones contra Silvio Berlusconi sean ciertas. Es más bien dudoso que cualquier partido, italiano o español, esté libre de acusaciones similares. En cualquier caso, en España algunos tratan de dar patadas a Aznar en el culo de Berlusconi, puesto que ambos son socios y aliados dentro del Partido Popular Europeo. Y eso, sencillamente, no es justo.

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de mayo de 2001.
Publicado en El Semanal Digital.