Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de marzo de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.
La letra y el espíritu del Pacto Antiterrorista excluyen cualquier tipo de trato político con el nacionalismo armado. Esto incluye la política municipal, donde socialistas y populares se han comprometido a no apoyarse directa ni indirectamente en Batasuna, al precio que sea. El PNV y sus monaguillos, en cambio, no hacen ascos a los votos etarras.
En realidad, el PSOE no está cumpliendo el Pacto, como se ha visto en San Sebastián, donde Odón Elorza ha jugado vergonzosamente con el grupo municipal de María San Gil. Pero es que lo está violando hace meses en Navarra. La situación de ingobernabilidad del Parlamento de Navarra, donde toda la oposición acosa a Unión del Pueblo Navarro – que sólo tiene un mayoría relativa – ha dado nuevas alas a los de Otegui.
En algunas localidades la cosa es incluso peor. Durante toda la legislatura – la legislatura de los concejales asesinados – el Ayuntamiento de Olite ha sido gobernado por ejemplo por una coalición de hecho entre los socialistas y Batasuna. El único concejal etarra ha obtenido la concejalía de Hacienda, dirigiendo de hecho aspectos importantes de la vida municipal.
Sólo el pasado viernes, 22 de marzo, el pleno del Ayuntamiento de Olite, reunido para condenar el asesinato del único concejal socialista de Orio (Guipúzcoa) votó una resolución del grupo municipal de UPN para destituir de sus cargos de responsabilidad a Batasuna. Tras tres años de conducta antidemocrática, esa ciudad – en la que es teniente de alcalde la diputada popular Eva Gorri – ha vuelto a la normalidad. Pero el PSOE, especialmente en Navarra, tiene claramente prioridades diferentes del Pacto. Prioridades no democráticas.
Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de marzo de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.