Los empresarios vascos prevén una posible suspensión de la autonomía

Por Pascual Tamburri Bariain, 7 de julio de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.

El Círculo de Empresarios Vascos, asociación elitista de las sesenta empresas más importantes de Euskadi, ha remitido a sus socios un cuestionario personal. En él se interesa por el perfil político de los socios y de sus empresas, y pide opiniones ante hipotéticos escenarios políticos y sociales. El cuestionario es una práctica habitual de la organización que preside José María Vizcaíno, y se repite sin periodicidad fija para determinar el posicionamiento colectivo del Círculo.

Este verano, sin embargo, se ha reforzado la envergadura política del test sociológico. Las cuestiones políticas, pese a la doble huelga general del 19 y el 20 de junio, pesan mucho más que las sociolaborales. «¿Considera que el Gobierno vasco ha de estar en manos de nacionalistas?». «¿Considera imprescindible la presencia de nacionalistas en el Gobierno vasco?». «¿Considera usted la posibilidad de la asunción por parte del Estado de competencias y atribuciones que hoy ostentan las instituciones autónomas?». «¿Consideraría usted la posibilidad de una mayor intervención de la Administración Central en la política y la gestión de los intereses públicos en Euskadi?». «¿Ve factible la ubicación de su empresa en cualquier otra parte distinta al País Vasco?». «¿Se siente usted víctima de la presión directa del terrorismo?». «¿Considera que la trayectoria y el comportamiento de Batasuna caben en un sistema democrático?».

La prensa nacionalista ha puesto el grito en el cielo. Los empresarios nacionalistas ha elevado sus protestas. Pero algo sabrá Vizcaíno para hacer estas preguntas. Y a esos niveles todos saben qué ha pasado en el BBVA. Así que las lealtades del empresariado pueden tambalearse.

Sanfermines: preparados para lo peor

Cuando un millón de personas se congrega en una ciudad de escasamente doscientos mil habitantes, el desorden es probable. Si la ciudad es Pamplona, la cosa es segura. Nada grave, si no fuese por la situación política.

El Ministerio de Mariano Rajoy ha impuesto a los hombres de Cotino y de López Valdivielso un esfuerzo excepcional. Esta semana hay en la capital navarra más policías y guardias civiles que nunca. El Delegado del Gobierno José Carlos Iribas, entre las inevitables atenciones sociales a las personalidades de paso y los continuos avisos de que en el entorno nacionalista «se prepara algo», está sobrecargado de trabajo.

No por casualidad, tanto el jefe de la Policía Municipal de Pamplona, Simón Santamaría, como el de la Policía Foral navarra, Sánchez Trueba, son oficiales en activo del Ejército de Tierra. Sus hombres cooperan activamente en el dispositivo de seguridad, porque en Navarra no se producen los problemas que han inutilizado a la Policía vasca frente a Eta y a la violencia callejera. Salvo que se llegue a estados excepcionales, todos los medios disponibles están ya en la calle.

Está todo previsto, menos lo imprevisible. Se ha llegado a San Fermín en un clima de violencia verbal y física sin precedentes, y los nacionalistas han tratado de politizar también todas las tensiones generadas en torno al Ayuntamiento de Yolanda Barcina. Lo imprevisible, si sucede, ha sido anunciado por todos los medios. Hasta se sabe dónde buscar los culpables.

Por Pascual Tamburri Bariain, 7 de julio de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.