El nacionalismo vasco controla y manipula a la juventud

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de septiembre de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.

Batasuna y el PNV basan en la juventud su programa independentista

No hay una alternativa juvenil organizada al mundo nacionalista

Los jóvenes separatistas se financian con fondos públicos

Juan José Ibarretxe ha propuesto un programa explícito hacia la ruptura de la unidad nacional. El nacionalismo, abiertamente, está unido y camina hacia la independencia. «Desde el ámbito de representación de la Comunidad Autónoma Vasca como parte integrante del pueblo vasco, y en desarrollo de nuestra capacidad de decidir libre y democráticamente nuestro propio futuro, planteamos una nueva etapa de relación con el Estado español sobre la base de un status de libre asociación». Ibarretxe ha anunciado que el plebiscito independentista se realizaría haya o no acuerdo con el Estado, en el plazo de un año.

Objetivo de Eta, PNV y Batasuna: «El reconocimiento jurídico de nuestra identidad nacional y el derecho a decidir nuestro propio futuro», incluyendo Navarra. ¿Cómo se ha fraguado esta unidad? Por un lado, porque todo el nacionalismo tiene una única matriz ideológica; después, porque comparte todos los espacios de socialización política, desde los sindicatos hasta las escuelas, pasando por las iglesias. Y el más importante de esos espacios es la juventud. La juventud nacionalista es la vanguardia activista, armada, de todo el nacionalismo vasco.

La Ertzaintza, la Policía y la Guardia Civil no cesan de detener militantes de Jarrai – Haika – Segi, que lo son también, sin solución de continuidad, activistas de Eta. El nacionalismo, además de controlar el movimiento juvenil, proporciona a los terroristas sus nuevas levas. Son éstos los «miembros no fichados de Eta» de los que suele hablar el consejero Javier Balza. Hodei Galarraga y Egoitz Gurrutxaga, los etarras del comando Vizcaya muertos en Basurto, procedían también del movimiento juvenil nacionalista.

Jaime Ignacio del Burgo y Jaime Mayor Oreja creen que se ha declarado «la guerra política a España». Sus jóvenes, los educados por el Gobierno Vasco, los formados en las ikastolas, los crecidos a la sombra de los batzokis y destetados en las herriko tabernas, ya lo sabían. Hace años que actúan en consecuencia. La unidad del nacionalismo, finalmente, se está concretando en torno a la alternativa KAS que toda la juventud nacionalista asumió como propia hace mucho tiempo.

Para el nacionalismo, la juventud ha sido y es la vanguardia imprescindible. En consecuencia, ha recibido todos los mimos y atenciones. Como ha dicho el propio mundo de Eta, «introducir nuevas generaciones, además de asegurar la sucesión, hace posible que la lucha de Euskal Herria en contra de los estados Español y Francés sea posible. Así, las innovaciones teóricas y prácticas que han traído las nuevas generaciones al adherirse a la lucha, ha contribuido en gran medida a adecuarse a la nueva situación. Y con todo esto, además de darle más contenido al proceso de liberación, ha potenciado la lucha, aumentando la fuerza, la motivación y la ilusión.»

Haika y Jarrai son la cantera de donde han surgido los comandos más activos de ETA tras la ruptura de la tregua. La Policía ha detenido a más de 50 miembros de Jarrai en los últimos dos años por su presunta vinculación a la banda terrorista. El nacionalismo está satisfecho de la tarea realizada hasta ahora en el mundo juvenil. En palabras del etarra Pipe San Epifanio, «hoy, desde la perspectiva que dan estos veinte años de andadura, el balance no puede ser más favorable (…). El impulso a la autoorganización estudiantil, el trabajo en los gaztetxes, la oposición al Ejército español y la apuesta por la insumisión, la creación de estructuras y el desarrollo de iniciativas de todo tipo en el terreno del tiempo libre, la lucha contra la criminalización de la juventud vasca, desde el plan ZEN hasta el montaje de los grupos Y; las dinámicas por el empleo juvenil y contra las ETTs, las denuncias ante el problema de vivienda, las campañas contra la heroína que inundaba Euskal Herria… son buena prueba de ello».

Sin respuesta españolista ¿Por qué?

Enfrente, al mismo nivel del movimiento juvenil nacionalista, no hay nada ni nadie. ¿Qué joven no nacionalista, constitucionalista, o españolista en definitiva tiene un lugar del que decir libremente «allí aprendimos a querer a Euskal Herria y adquirimos cierta formación, no tanto por los materiales que leíamos o por las charlas en las que participábamos, como por la relación y la abierta discusión con el resto de la militancia. Pero asimismo, allí hicimos unas estrechas amistades con las que compartimos, además de las tareas militantes, risas, juergas y alegrías; unos compañeros y compañeras que siempre nos acompañarán».

Hay miedo, aunque no sólo es miedo. Militar en Nuevas Generaciones e incluso en Juventudes Socialistas supone cierto riesgo. Por otra parte, sin embargo, no falta los jóvenes dispuestos a dar ese paso, sino que, a menudo, ese paso no es atractivo para los muchachos y las jóvenes que están dispuestos a darlo. Las juventudes de los partidos democráticos se han convertido, en algunos lugares, en un aparato burocrático de selección de cuadros dirigentes y de cargos públicos para el partido correspondiente. Donde el nacionalismo ofrece trabajo por unas ideas, ocio alternativo y una pasión compartida, la alternativa es con frecuencia plúmbea, farragosa y, encima, peligrosa.

La juventud nacionalista en cifras

Jarrai – Haika – Segi es el resultado de un largo proceso de reorganización de la juventud nacionalista radical. Sólo representa una fracción de la juventud nacionalista, mayoritariamente no encuadrada, o representada en todo caso por EA y PNV, pero es el rostro, la voz y el brazo operativo de todo el nacionalismo. El llamado proceso «Amaiur», que reestructuró el entorno de Eta ahora en vías de ilegalización, dio al movimiento juvenil su estructura actual, tras la tregua – trampa, en el contexto de Udalbiltza y del nuevo independentismo de Ibarretxe.

La juventud vasca desde siempre ha sido muy participativa y ha estado organizada. En una España en la que prevalece hoy el individualismo y la «cultura de fin de semana», el nacionalismo vasco ofrece algo distinto, con múltiples expresiones. Las tendencias de este movimiento se han ido transformando en el tiempo, algunos medios de expresión han sustituido a otros, y algunos perduran.

En cuanto a la demografía, la juventud es un sector cada vez más pequeño, en una sociedad vasca y navarra tiende a ser cada vez más vieja. Si se mantienen las tendencias de las últimas décadas, dentro de treinta años la juventud disminuirá a la mitad.

Las cifras son crueles. Si analizamos los datos de 1996, sólo el 6% de los jóvenes de la Comunidad Autónoma Vasca se sienten españoles, mientras que el 56% subraya su personalidad vasca. En Navarra, en otros términos, el sentimiento separatista es mucho más notorio entre la juventud que en el resto de la población. En cuanto al conocimiento del vascuence, en Navarra un 11% lo domina y otro 12% lo entiende, y en el País Vasco un 33% lo domina, mientras otro 37% lo entiende, aunque habría que analizar si se trata de una transmisión familiar o meramente escolar del idioma

Si analizamos lo que opinan los jóvenes sobre los partidos políticos, en los territorios ya mencionados, sólo el 7% de la juventud dice tener suficiente confianza en los partidos políticos. Además, si preguntamos sobre el partido que más les gusta, la adhesión hacia los partidos de Euskal Herria es más fuerte, en perjuicio de los de nivel nacional. Por ejemplo, en 1992, un 30% de la juventud del País Vasco y Navarra se mostraba a favor de la independencia, y en 1996, en el País Vasco, un 49%. En la misma fecha, solamente un 27% mostraba la opinión contraria.

La historia de Jarrai contada por Jarrai (tomado de su página web)

Organización juvenil vasca encuadrada en su origen en KAS. Su nacimiento se produjo con motivo de los debates producidos en 1978 en el seno de KAS sobre la necesidad de una organización juvenil de nuevo cuño, que marcase la diferencia con las dos existentes entonces dentro de la izquierda abertzale: EGAM y GAI. El proyecto tomó cuerpo con el nombre de Juventudes KAS que definitivamente se convirtieron en Jarrai en abril de 1979 tras celebrar su asamblea fundacional en Leioa. En su presentación anunciaron el surgimiento de Jarrai como organización juvenil, abertzale y socialista.

Los propios debates en el seno de KAS sobre la configuración política de la Coordinadora se trasladaron también a Jarrai ya a los meses de su nacimiento provocando una mayor definición en el organismo juvenil que apostaría por KAS como bloque dirigente y con la configuración que estuvo vigente durante toda la década de los ochenta. De esta forma, Jarrai se convertía en el organismo juvenil de KAS, mientras otros grupos de la propia Coordinadora abarcaban otros espacios.

A comienzos de 1980, Jarrai celebró en Euba su primer Congreso, con tres temas centrales para la discusión: servicio militar, trabajo y droga. Durante dos años, Jarrai defenderá el no a la mili, hasta que en 1982 se definirá nítidamente por un servicio militar en Hegoalde y la creación de una Capitanía General que agrupara a los cuatro herrialdes vascos. Esta postura, que más años será desbordada por el rechazo general al servicio militar, le llevará a perder el tren en el nacimiento de la objeción de conciencia y la insumisión, hasta que sea transformada en la misma idea de 1980, es decir en el no frontal a la mili. Entonces, y en este aspecto, Jarrai recuperará buena parte del espacio perdido.

En diciembre de 1983, Jarrai celebró su segundo Congreso, después de un año dedicado, casi por entero, a contrarrestar la puesta en marcha del llamado Plan Zen, que convertía a todos los jóvenes del país en sospechosos. Pasarían tres años, hasta que en 1986 comenzaron a oírse algunas críticas internas en el sentido de que se habían convertido en una organización dedicada casi exclusivamente al activismo, habiendo abandonado otros campos de intervención obligada. Tras esa constatación, la organización juvenil se lanzó en una presentación masiva en centros de estudio, barrios y pueblos y en una campaña específica contra el paro juvenil.

En los años siguientes, el crecimiento de Jarrai fue en aumento, consiguiendo una presencia organizativa en la mayoría de los barrios y pueblos de Hegoalde. Su actividad y la movilización de sus militantes le llevaron a ser, constantemente, uno de los objetivos represivos por excelencia. Ninguna organización vasca moderna, con la excepción de ETA, ha conocido tan de cerca la represión como Jarrai. Uno de los máximos puntos de inflexión de este situación tuvo lugar en 1992 el barrio bilbaíno de Txurdinaga, cuando la policía española reventó su V Congreso, deteniendo a más de 300 jóvenes que quedaron en libertad tras haber sido fichados en los ordenadores de Interior. En 1995 Jarrai organizó una masiva marcha montañera por las cimas de los montes fronterizos entre Iparralde y Hegoalde que concluyó en el Aberri Eguna de Maule.

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de septiembre de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.