Turquía no es Europa

Por Pascual Tamburri Bariain, 4 de noviembre de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.

Un partido islamista ha barrido democráticamente en las elecciones celebradas el pasado fin de semana en Turquía. El Partido de la Justicia y el Desarrollo está en su país al borde de la ilegalización, precisamente por su contenido religioso, y sin embargo ha vencido de modo indiscutible. Su líder moral, Recep Tayyip Erdogan, a pesar de haberse prohibido su candidatura, ha triunfado y gobernará el país en los próximos años.

La diplomacia internacional está consternada. Tras el FIS argelino, otro gran país musulmán al que se daba por occidentalizado, laicizado y homologado vuelve a sus raíces islámicas. En Argelia, la reacción militar en contra la voluntad popular desencadenó una cruel guerra civil. En Turquía todas las posibilidades están abiertas.

Para los más sesudos analistas se tambalean todas las viejas certezas. La obra de Mustafá Kemal en las décadas de los 20 y los 30 del siglo XX parece anulada por esta elección. Turquía no desea vivir de espaldas a su religión y a sus tradiciones. Con el reconocimiento de derechos a la minoría kurda, por otra parte, se ha abandonado también la pretensión kemalista de uniformidad. Sólo la pertenencia a la OTAN permite seguir considerando a Turquía un país occidental; y esa pertenencia es cada vez más relativa, pues en todo caso se trata de un vínculo con Estados Unidos más que con Europa.

Europa ha recibido una lección importante en estos comicios. No se puede forzar sin límite la naturaleza de las cosas. La clase dirigente laica podía desear la incorporación de Turquía a la Unión europea, por razones económicas e ideológicas. Los eurócratas y las multinacionales podían desear el ingreso de Turquía, considerando su mano de obra joven y barata. El pueblo turco, sin embargo, camina en otra dirección.

Turquía, pese a su candidatura europea, no es Europa. No se trata ya de una cuestión de voluntad, sino de imposibilidad física. Sea cual sea la letra de los tratados, Europa es más que una unión táctica y económica y mucho más que una expresión geográfica. Europa es una vieja comunidad histórica y cultural de naciones y de pueblos que comparten mucho más que un mercado. Para consolidar sus logros económicos y políticos, Europa debe recordar esto. Turquía puede ser un excelente aliado y cliente, pero nunca un socio.

Por Pascual Tamburri Bariain, 4 de noviembre de 2002.
Publicado en El Semanal Digital.