Elecciones sin libertad

Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de abril de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

La próximas elecciones van a ser elecciones sin libertad en cuatro provincias de España. Los hombres y mujeres que nos gobiernan tienen los medios para acabar con esto.

En cuatro provincias españolas no hay libertad. Y negarlo es puro sarcasmo. Dice Javier Arzallus que el Gobierno español priva de libertad a los vascos por no autorizar la existencia de la parte electoral de Eta; y el lehendakari Ibarretxe ha declarado que la independencia, objetivo de todo el nacionalismo incluyendo a Eta, es su meta aunque el ordenamiento jurídico español lo excluya. Sin embargo, no son esas las verdaderas razones de la falta de libertad.

En el País Vasco y en Navarra no hay libertad porque miles de personas, simplemente por desempeñar su oficio, por tener ciertas ideas políticas, por ser hijos de sus padres y haberse casado con su pareja, están amenazadas de muerte. No hay libertad porque los candidatos del PP, de UPN, de UA y del PSOE saben que presentarse a una humilde concejalía de pueblo puede costarles la vida.

En el País Vasco y en Navarra no hay libertad porque esas mismas personas, además de la amenaza que les incumbe, deben convivir día a día con una presión creciente del entorno nacionalista. En múltiples formas, la comunidad nacionalista, arrogándose la identidad de «lo vasco», excluye a quienes no son nacionalistas de la vida civil. No se trata de la violencia explícita, sino de una forma opresiva de control totalitario, y de limpieza étnica.

En el País Vasco y en Navarra no hay libertad porque se ha alterado radicalmente la frontera entre la verdad y la mentira. El nacionalismo ha educado a la sociedad en la mentira, en la falacia de una nación vasca que nunca se ha visto; y el imperio de la mentira es incompatible con la libertad, y genera peligrosos monstruos como el de la «paz a cualquier precio» que tanto ayudan a los enemigos de la verdad.

La próximas elecciones van a ser elecciones sin libertad. Legalmente, con la letra y el espíritu y de la Constitución en la mano, en cuatro provincias de España no hay democracia, no hay paz, no hay justicia y no hay libertad. Es posible mirar hacia otro lado mientras esto sucede, pero los hombres y mujeres que nos gobiernan tienen los medios para acabar con esto y también la obligación de hacerlo.

Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de abril de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.