Aznar marca la frontera del nacionalismo

Por Pascual Tamburri Bariain, 13 de mayo de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

Socialistas y comunistas tienen en su mano la defensa democrática del actual modelo de convivencia. La izquierda, evocando el pasado, parece añorarlo. Aznar no lo teme.

El Presidente del Gobierno habló ayer martes en Tudela (Navarra). Aunque el Partido Popular, ateniéndose a su acuerdo permanente con Unión del Pueblo Navarro, no participa en las elecciones forales, Aznar no ha querido estar ausente de Navarra. No faltan razones para que sea así.

Aznar estuvo acompañado en la tribuna por el presidente navarro, Miguel Sanz, y por los candidatos municipales del Norte de Navarra -Leiza, Alsasua, Baztán, Irurzun-, a los que el nacionalismo asesino ha amenazado directamente por carta en los últimos días. Con un Partido Popular en alza y con una amenaza nacionalista cada día más unida y más cierta, era necesario que los populares de toda España arropasen a los candidatos nacionalistas y especialmente a los que arriesgan cada día sus vidas.

Aznar no empleó eufemismos para explicar su postura. Y si había alguna duda, hoy todos saben que no sólo los asesinos de Eta, sino también los separatistas «moderados», lo encontrarán en su camino. No habrá, en la reedición del pacto de Lizarra y de la tregua – trampa, ninguna facilidad por parte de las instituciones nacionales. No habrá negociación, no habrá conversaciones, y no habrá ninguna sombra sobre la unidad nacional y el carácter español de aquellas cuatro provincias. Si Arzallus y Otegi quieren aplicar su proyecto deberán ponerse absolutamente fuera de la Ley y apelar, unidos, a la fuerza.

Pero las palabras más severas de Aznar, en aquella frontera incierta de la democracia y de la libertad, se han dirigido a la izquierda, a la coalición Zapatero-Llamazares. Socialistas y comunistas tienen en su mano la defensa democrática del actual modelo de convivencia español o su ruptura. Romper el consenso y aliase con el separatismo reportaría premios a corto plazo, cargos, poder, influencias, dinero. Pero pondría a los españoles de nuevo ante abismos que parecían superados. La izquierda, evocando el pasado, parece añorarlo. Aznar, al menos, no parece temerlo.

Por Pascual Tamburri Bariain, 13 de mayo de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.