La Comunidad Libre Asociada es imposible

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

«Si se rompe la baraja, todos podemos romperla» El diputado del Grupo Popular, Jaime Ignacio Del Burgo, ha expresado así la opinión de Navarra ante la ofensiva independentista. Álava y Navarra van a decidir el futuro del nacionalismo vasco.

El borrador dado a conocer del «Plan Ibarretxe» plantea un referéndum para decidir una segregación gradual del País Vasco de España. Para el PNV, sería posible una separación pacífica, modulada, que abriese al nuevo Estado las puertas de Europa y que permitiese, en un segundo momento, la anexión de Navarra y de parte del Sur de Francia.

Sin embargo, en todos los medios jurídicos – con la excepción de Miguel Herrero de Miñón – se descarta que la fórmula de Ibarretxe quepa en la Constitución de 1978. De este modo, el nacionalismo vasco se muestra dispuesto a reabrir el debate constitucional por su punto más débil. Las concesiones que los nacionalistas catalanes y vascos obtuvieron en la Transición, base de los actuales independentismos, están siendo objeto de críticas contundentes en medios políticos del más alto nivel.

Aznar, claro y sereno

«Un disparate, un dislate». Ante los jóvenes populares, el miércoles, el presidente del Gobierno ya señaló la identidad de objetivos entre Eta y el PNV, al tiempo que mostró su intención de defender la Constitución y el Estatuto por todos los medios que la Ley prevé.

El conflicto puede plantearse se, como prevé el borrador de Ibarretxe, hay una convocatoria unilateral de referéndum secesionista. En ese caso, un poder del Estado – el Gobierno Autónomo vasco – se colocaría fuera de la legalidad, imponiendo soluciones inéditas, aunque perfectamente previstas por los padres de la Constitución. Es sintomático que el borrador Ibarretxe prevea que desde el proceso secesionista el artículo 155 de la Constitución deje de ser aplicable al País Vasco.

El silencio de Maragall

El líder socialista Pasqual maragall, que recientemente ha presentado un proyecto de nueva autonomía para Cataluña, rescatando la Corona de Aragón y rebasando los límites constitucionales, no se ha pronunciado con claridad sobre el plan Ibarretxe. En el PSOE se escuchan voces contradictorias, pero en este caso paree prioritario obtener unos buenos resultados en las elecciones autonómicas catalanas.

Álava y Navarra, decisivas

Las dos provincias de mayoría no nacionalista incluidas en la «Comunidad Libre Asociada de Euskadi» tiene en sus manos el futuro del plan Ibarretxe. Si el PNV atribuye a tres provincias la capacidad de decidir por sí mismas, también Álava puede decidir, dicen PP, PSE y UA en Álava. En cuanto a Navarra, tanto el presidente del Gobierno Miguel Sanz como el presidente del parlamento Rafael Gurrea se han expresado en los términos más enérgicos contra el nacionalismo y contra el Gobierno de Vitoria. Nunca desde la transición habían estado tan caldeados los ánimos políticos.

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.