Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.
Europa y África forman una unidad geográfica, son realidades complementarias y los europeos no pueden hacer dejación de sus obligaciones. A África.
4500 militares norteamericanos podrían destinarse en breve a Liberia. Una eterna guerra civil, de causas más tribales e intrínsecas que económicas: pese a la opinión sesgada de la prensa y de la diplomacia occidentales, África es un continente con unas causas de desorden y de dolor mucho más poderosas que cualquier consideración mercantil. Y África, a cinco décadas de su independencia, sigue mostrándose completamente incapaz de resolver sus propios problemas.
La región del Congo y de los Grandes Lagos, centro geopolítico del mundo negro, padece los mismos males exponencialmente incrementados. Sólo de vez en cuando el martirio de África consigue traspasar la barrera mediática, y cuando lo hace suele ser en términos puramente compasivos, y no reflexivos. Sin embargo, España, Europa y el mundo occidental en general ni pueden obviar sus responsabilidades ni pueden en ningún caso convertir su relación con África en cuestión de beneméritas oenegés.
En África se ha consumado el fracaso total del Estado moderno de tipo europeo. No se trata sólo de una falta de medios de los jóvenes Estados, porque muchos de ellos son ricos sin límites en los recursos que permitirían adquirir esos medios. La idiosincrasia de África, indudablemente, no casa bien con el concepto europeo de servicio público; ni la organización central y territorial de un estado, en manos africanas, puede resistir el contacto con la realidad telúrica de África.
Europa, y España dentro de ella, no puede eludir sus responsabilidades. Lo cómodo, y lo rentable, es aprovechar los recursos del Continente a través de aquellas corruptas e ineficaces Administraciones, haciendo la vista gorda sobre su corrupción y sus crímenes; y por otro lado acallar la voz de la conciencia a través de las migajas de la caridad pública. No basta: Europa y África forman una unidad geográfica, son realidades complementarias y los europeos no pueden hacer dejación de sus obligaciones. A África.
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Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de julio de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.