NNGG: el trabajo bien hecho continúa

Por Pascual Tamburri Bariain, 1 de diciembre de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

Sería imposible recordar todos los nombres de las personas que han pasado por la reciente reunión conmemorativa de los XXV años de Nuevas Generaciones del PP. No sólo son muchos -y olvidar a uno solo sería imperdonable- sino que además son tal vez los mejores nombres, y los mejores hombres y mujeres, que tiene hoy la familia popular. Muchos han dado ya mucho que hablar en la era Aznar, y otros tantos están en la línea de salida, dispuestos a encarnar los valores populares del centro derecha en la generación que ya despunta.

Más que los nombres, y que los hombres, importan los hechos. Como decía la vieja Alianza Popular en los años del socialismo rampante, «la juventud debe participar». Esto, dicho en 2003 y desde el poder, tiene el mismo sentido y el mismo contenido que tenía en 1985. En un modelo democrático las instituciones sólo adquieren su plena vitalidad, y su plena legitimidad, si los ciudadanos participan en la vida social. Durante un cuarto de siglo Nuevas Generaciones ha sido un cauce privilegiado de participación juvenil en la vida de España; del mismo modo, es hoy -en tiempos de cambio y de incertidumbre- un camino consolidado para las inquietudes y los anhelos de los españoles del siglo XXI.

Nuevas Generaciones está hoy exactamente donde estaba hace veinticinco años, en lo esencial, aunque ha sabido cambiar cuanto ha hecho falta en lo accidental. La juventud popular nació con la Constitución, y tiene la misma edad que esos jóvenes que, a pesar del sistema educativo socialista y gracias al éxito económico y social del PP, han comenzado a encontrar trabajo a la salida de la Universidad. El paro, como otros problemas, va camino de convertirse en un mal recuerdo, y esto se deberá precisamente al éxito de NNGG, y a los éxitos de sus afiliados. Si perdura la lealtad a los principios, la juventud española de hoy y de mañana tiene una vía abierta al futuro.

Por Pascual Tamburri Bariain, 1 de diciembre de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.