Maragall traerá en 2004 más problemas que Ibarretxe

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de diciembre de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.

Zapatero pagará una factura terrible si llega en minoría a La Moncloa, pero si no llega los independentistas exigirán también su pago. Es una alternativa diabólica para la democracia española.

Cataluña tiene ya su «gobierno progresista, catalanista y de izquierdas». Pasqual Maragall, perdiendo las elecciones (fue el más votado, pero es minoritario en escaños y además ha perdido muchos apoyos) ha conseguido frente a Mas lo que Pujol le impidió: ser presidente de la Comunidad Autónoma. Maragall reina, pero en toda España se sabe ya que no va a gobernar. El poder real está en manos de ERC, con su programa republicano e independentista, más el toque marxista y supuestamente ecologista dado por Saura.

El PSC, como el PSOE, es una coalición de baronías feudales. Maragall ha logrado mantener la apariencia de unidad del PSC con el horizonte de la victoria, y esto a pesar de que en su seno hay marxistas y moderados, catalanes e inmigrantes, nacionalistas y centralistas. Ahora ha legado la victoria, y Maragall tiene ante sí el reto de compensar con dádivas, gestos y prebendas estas contradicciones, además de mantener relaciones aceptables con Ferraz y, de momento, con sus socios de Gobierno.

Para Maragall era la última oportunidad, y se ha aferrado a ella en las peores condiciones. Pero quien va a gobernar en Cataluña es Carod-Rovira, que no tiene los mismos problemas, que tiene respaldos crecientes y que, a diferencia del PSC, sí ofrece un proyecto ilusionante para su base militante y electora, para toda ella.

Ciertamente también ERC tiene sus problemas, derivados del rápido y heterogéneo crecimiento en votos, pero esas debilidades son menores y menos urgentes que las de Maragall. Sólo con el tiempo llegarán a hacer su efecto, pero la cuestión grave, de interés general para España, es cuánto tiempo queda para la siguiente fase del plan Maragall-Carod.

Pese a las apariencias, Pasqual Maragall tiene prisa. Sus objetivos personales están satisfechos, pero ¿cuánto tiempo podrá mantener la presidencia si su partido entra en descomposición y ERC se impacienta en el cumplimiento del programa de gobierno? Caminando hacia el federalismo asimétrico -o cualquier otro nombre que se quiera dar al común objetivo autodeterminista- Maragall podrá perder partes de su PSC, pero conservará el núcleo del mismo y, sobre todo, mantendrá en pie la coalición.

La última palabra la tiene Ferraz. La consigna general, no sólo en Cataluña es «nada hasta marzo», pero ¿y después de marzo? Zapatero pagará una factura terrible si llega en minoría a La Moncloa, pero el PSOE debe pensar también en la posibilidad de que no llegue y, pese a todo, los independentistas exijan su libra de carne. Es una alternativa diabólica para la democracia española.

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de diciembre de 2003.
Publicado en El Semanal Digital.