Aprovechar la oportunidad

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de enero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.

En la legislatura que viene, y precisamente a partir de la experiencia de la pasada, el PP debe resolver el problema nacionalista y tiene la oportunidad de hacerlo con un consenso popular amplísimo.

Carod-Rovira no es un agente electoral del PP, pero está actuando como tal. Desde la izquierda pretendidamente nacional se le ha acusado de cometer un error infantil, de pecar de buena fe y, en suma, de ser una víctima de sus buenas intenciones. Nada de esto es cierto: Carod, al negociar con el independentismo asesino, y quién sabe si al pactar con él, sabe bien qué hace. Odia a la antipática España y, de la mano del PSOE, está dispuesto a todo con tal de destruir el proyecto nacional que sólo el PP defiende.

Se ha equivocado, desde el punto de vista de la izquierda; pero no por lo que ha hecho, sino por hacerlo torpemente y a destiempo. Con este escándalo, y sobre todo con la reacción insegura, tibia, melindrosa e infeliz de José Luis Rodríguez Zapatero, las elecciones de marzo se ponen muy difíciles para el frente nacionalista-socialista que soñaban muchos, desde Maragall al mismo Zapatero, pasando por Carod y por Ibarretxe. El PP puede ganar gracias a los errores ajenos, dejando aparte las virtudes propias. Como ha dicho José María Aznar, el «no pasarán» de la izquierda no es el futuro que desean los españoles.

No obstante, esta situación implica grandes exigencias sobre todo para el PP. España no tiene hoy una democracia normal, porque no hay una oposición capaz de gobernar sin poner en discusión la esencia de la nación. El PP, hoy, y sobre todo desde el 14 de marzo si Mariano Rajoy gobierna, tiene en sus manos el destino de España. Lo tiene con todas las consecuencias, para gobernar desde su programa y desde sus valores. Tiene una oportunidad excepcional de imprimir en el presente el sello moderno, humanista, social, popular y tradicional que sus electores reconocerán en él y que el pueblo español demanda mayoritariamente.

Mariano Rajoy va a recibir votos de personas adultas que saben cuál es el programa electoral explícito e implícito del PP. En la legislatura que viene, y precisamente a partir de la experiencia de la pasada, el PP debe resolver el problema nacionalista y tiene la oportunidad de hacerlo con un consenso popular amplísimo. En este tema, pero también en muchas otras cuestiones decisivas, nadie podrá objetar democráticamente nada si el PP hace sin complejos lo que debe hacer. No hay excusas, sino, por el contrario, un momento histórico decisivo que José María Aznar ha sabido crear, que las izquierdas han favorecido con su ineptitud, y que Mariano Rajoy debe culminar. Sin miedo.

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de enero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.