Una nueva legislatura popular debe corregir rumbo en algunos aspectos. Sin inventos demasiado artificiales, pues basta responder a lo que el pueblo quiere y espera de un gobierno del PP.
Mes: enero 2004
Inmigración: hechos contra ideologías
Las consignas ideológicas, los prejuicios de la izquierda y del mal llamado progresismo son rechazados por los españoles. Y esto debe informar las futuras decisiones en materia de inmigración.
Otro rostro para la nueva Europa
La solidaridad continental debe generar una identidad común, que ya existe en sus bases fundamentales; y debe resultar en una Europa unida en torno a los valores propios de Europa.
Restaurar la dignidad de los Ejércitos
Federico Trillo se ha puesto a sí mismo en muchas situaciones difíciles. Ésta parece ser otra, y tiene lugar en un momento malo por varias razones. Hay tiempo para rectificar.
Zapatero: dos errores en uno
Dar por buena, en plena campaña electoral, una promesa ladina y perfectamente soslayable que no excluye una coalición nacional-socialista-comunista, es terriblemente candoroso.
Tripartito catalán, la alternativa del diablo
Zapatero, que sabe que en ningún caso va a vencer por sí mismo unas elecciones generales, tiene ante sí la misma tentación que Maragall, López y Lizarbe: ¿conservar la dignidad política o ceder al tentador abismo antiespañol?
Una amistad que conviene a España
La izquierda pancartera ha empleado toda la gama habitual de descalificaciones con ocasión del reciente viaje de José María Aznar a Estados Unidos.
Buscar votos donde sólo hay problemas
La intimidad personal no debe generar derechos políticos. Que una determinada orientación sexual genere poder político es una renuncia a la España moderna que Aznar ha tratado de construir.
Los derechos del vencido, aunque sea Sadam
Recurrir a Tribunales especiales es signo de impotencia, cuando lo hace un régimen en el interior de un país. Los grandes procesos que se avecinan definirán cómo va a ser el siglo XXI.
Del café para todos al patriotismo constitucional
El "patriotismo constitucional" de Aznar y de sus sucesores puede ser, debe ser, un "patriotismo social", de españoles alegres de serlo, sin taras históricas pero sin complejos indebidos.