Aznar, un hombre para Navarra

Por Pascual Tamburri Bariain, 3 de febrero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.

3 de febrero. El próximo sábado, 7 de febrero, José María Aznar visitará Navarra, y presidirá una comida que a modo de homenaje reunirá a un grupo numerosos de afiliados y simpatizantes de Unión del Pueblo Navarro. Es, si la campaña electoral no dispone otra cosa, la última visita de Aznar a la Comunidad Foral como presidente del Gobierno de España. Y es, sobre todo, una consagración del afecto y gratitud recíprocos entre los navarros y él, que no en vano ha presidido la mayor etapa reciente de crecimiento pacífico de Navarra.

Aznar no es hombre dado ni a las efusiones ni a las pérdidas de tiempo, y su visita a Navarra en este preciso momento tiene muchas razones de ser. Los hechos han demostrado, en la actual ofensiva independentista y considerando la nula fiabilidad de la izquierda, que sólo una política efectiva de control del territorio y de la sociedad puede poner freno al deterioro de la convivencia. De las regiones afectadas por la gula separatista Navarra es la más firmemente vinculada al proyecto nacional popular, y Aznar ha solido hasta ahora tomar nota de lo que funciona bien, y de lo que se le pide o aconseja.

La experiencia más reciente ha demostrado en este espinoso tema que es acertado escuchar, apoyar y hacer caso a quienes trabajan a pie de obra, a los millones de vascos, de navarros y de catalanes que quieren una España viva y unida. Al Gobierno de Navarra, a UPN y a su amplio entorno social y cultural, por ejemplo. A Jaime Mayor Oreja, por otro ejemplo. Nadie mejor que quien día a día brega con el independentismo para acertar en las recetas para combatirlo. Y si lo que ha funcionado hasta ahora en Navarra, con ser muy perfectible, puede servir de modelo en otras coyunturas similares, la situación hacen que la opinión de UPN, de UA y del PP vasco deba ser escuchada.

La torpeza combinada de Carod, Maragall y Zapatero, aunque en el conjunto de la nación beneficia grandemente al Partido Popular, no hace más que reforzar los planteamientos rupturistas de Ibarretxe, y particularmente de Nafarroa Bai en Navarra. Aznar va a visitar una Comunidad en la que el PSOE, minado de tentaciones nacionalistas, va a quedar relegado a la condición de tercera fuerza política. Y se va a acercar mucho a otra en la que la situación es explosiva. Si Jaime Mayor ha creído necesario plantear el desarrollo legislativo y reglamentario del artículo 155 de la Constitución, ha de deberse a importantes argumentos que un hombre sensible y cauto como Aznar no puede ignorar.

Por Pascual Tamburri Bariain, 3 de febrero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.