Por Pascual Tamburri Bariain, 19 de febrero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.
El PSOE debe elegir. Si quiere el poder a cualquier precio, debe seguir las indicaciones de ETA. ETA aplaude el tripartito catalán entre republicanos nacionalistas, socialistas y comunistas.
19 de febrero. Josep-Lluís Carod-Rovira es el hombre de moda de la política nacional. Con su independentismo a ultranza, con su negociación con ETA, y sobre todo con su coalición con el PSOE para gobernar Cataluña ha roto casi todas las reglas del juego establecidas. Su evidente capacidad de negociar con ETA y de conseguir de la banda terrorista concesiones está fuera de la lealtad democrática debida, y completamente fuera del pacto por las libertades y contra el terrorismo que los partidos genuinamente democráticos de España tienen suscrito.
La tregua catalana de ETA, si sus premisas institucionales se limitasen a esto, quedaría en un asunto grave pero no de vida o muerte. Al fin y al cabo, una tregua general de ETA es el presupuesto implícito del plan de Ibarretxe, y no se ha producido aún, en opinión de los expertos, porque ETA necesita demostrar antes su capacidad de matar. Carod ha ahorrado al nacionalismo asesino, en Cataluña, esa demostración. En todo caso, si ERC colabora con ETA, hay en España una legislación democrática homologable con la de otros países de su entorno; esas normas se han aplicado y si se da la ocasión deberán volverse a aplicar. Poco más, dentro de la anormalidad democrática que todo esto supone.
Pero la verdadera cuestión, la que hace todo extremadamente espinoso, es la alianza entre PSOE y ERC. Pasqual Maragall gobierna con los votos de ERC y gracias a los mismos, y esto haría al PSC aliado indirecto de ETA. De hecho, la banda asesina así lo indica al explicar su tregua-trampa, que justifica en la «nueva situación» de Cataluña. Pero las elecciones del 14 marzo impiden que el PSEO pueda ocultarse más: sabiendo que Carod negocia con ETA, y conociendo la coalición estratégica de todos los nacionalistas, el PSOE ha presentado listas conjuntas al Senado con ERC. Es, a día de hoy, casi tanto como presentarlas con ETA.
El PSOE debe elegir. Si quiere el poder a cualquier precio, debe seguir las indicaciones de ETA. ETA aplaude el tripartito catalán entre republicanos nacionalistas, socialistas y comunistas; no hay que olvidar que es el mismo modelo de gobierno que Patxi López desea para el País Vasco y que Zapatero pareció querer para Madrid. Ahora bien, el PSOE dejaría por ese mismo hecho de ser un partido legitimado democráticamente, y España afrontaría una nueva etapa de su historia.
Si Zapatero es algo más que un líder de ocasión, tiene la oportunidad de demostrarlo. Está en su mano rechazar cualquier acuerdo con los enemigos de España, y explicar los contactos que hasta ahora ha mantenido su partido. Podrá perder el apoyo de los nacionalistas y el gobierno de Cataluña, pero cumplirá el acuerdo antiterrorista y permitirá que la izquierda no pierda, junto con las elecciones, la dignidad y la legitimidad.
Por Pascual Tamburri Bariain, 19 de febrero de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.