Por Pascual Tamburri Bariain, 27 de abril de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.
Las decisiones sin refrendo parlamentario, los nombramientos apresurados, las declaraciones extemporáneas y contradictorias se han convertido en la regla del nuevo Gobierno de Zapatero.
27 de abril. Zapatero está demostrando que en democracia no es necesaria una mayoría absoluta para gobernar sin complejos. Las decisiones sin refrendo parlamentario, los nombramientos apresurados, improvisados y personalizados, las declaraciones extemporáneas y contradictorias se han convertido en la regla del nuevo Gobierno en sus primeros pasos.
Si el Partido Popular hubiese actuado de la misma manera -y con el mismo talante, como está de moda decir, citando sin saberlo al maestro Aranguren- habría sido acusado de imponer en España una dictadura. Hecho por el PSOE, en sus medios de comunicación, en los foros «cultos», se trata sólo de otras tantas pruebas de «libre ejercicio del poder democrático».
No está acertando el PSOE en sus decisiones, que ni responden a las formas que anunció antes de vencer, ni coinciden con las políticas que prometió antes y después del 14 M. Sin embargo, el PSOE sí está dando una lección de Gobierno: en democracia, el que detenta el poder puede gobernar desde sus propios valores; es más, debe hacerlo.
José María Aznar, tras unos primeros pasos vacilantes, ya había aprendido esa lección, y en muchos e importantes aspectos la había comenzado a aplicar, desde la renovación de la vida exterior española hasta la guerra de Irak, desde la educación hasta la presencia en Europa. Y el PP no ha perdido las elecciones por haber gobernado Aznar sin complejos, sino precisamente por no haberse liberado sus hombres y mujeres totalmente de ellos, por haber aceptado implícitamente la superioridad moral y cultural de la izquierda. Por vacilar, aunque de ese pecado se libre el anterior presidente del Gobierno.
Puede aprender el PP de Zapatero, para una próxima legislatura. Gobernó con temores, sin aplicar su programa ni sus valores plenamente, y fue derrotado. Zapatero no va a tener esos mismos miedos escénicos, aunque probablemente sí se exceda, como la izquierda suele y sabe hacer, y ponga en riesgo el sistema de libertades y seguridades básicas. El tiempo lo dirá. Mientras tanto, el PSOE está demostrando, inesperadamente, que Aznar tenía razón, y que en el futuro habrá que hacer caso de su ejemplo.
Por Pascual Tamburri Bariain, 27 de abril de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.