Por Pascual Tamburri Bariain, 23 de junio de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.
San Fermín es un momento de fiesta en una ciudad en la que la libertad no es total. Yolanda Barcina tiene ante sí el reto de hacer que la verdadera libertad avance en la ciudad de Pompeyo.
Pamplona celebra y el mundo recuerda hoy las fiestas de San Fermín. San Fermín, una fiesta universal, de raíz cristiana, en libertad protagonizada por una de las ciudades más prósperas de España. San Fermín, escaparate del turismo español con éxito y sin playa, y exponente -por su evolución- de los cambios que ha experimentado nuestra sociedad y nuestra economía.
Es el gran día, sobre todo, de Yolanda Barcina. Aunque la alcaldesa de Pamplona haya delegado en el muy minoritario grupo municipal socialista el lanzamiento del cohete que abrirá las fiestas, es su gestión eficaz y callada y el buen hacer de los pamploneses los que hacen hoy, de nuevo, de la fiesta de Hemingway una bandera de las España que avanza por el siglo XXI sin temores y sin complejos.
Pero Pamplona no está precisamente libre de temores. Una ciudad amenazada por el terror nacionalista, con concejales asesinados, con una historia reciente llena de dolor, no es una ciudad libre. Una ciudad en la que la minoría nacionalista aprovecha las fiestas para insistir ante el mundo con su retahíla de peticiones antidemocráticas, y que cuenta en esas peticiones con el inestimable apoyo de los enemigos de la paz pública, no es una ciudad libre.
Hace décadas que Pamplona no vive unas fiestas en verdadera libertad. Hace década que en Pamplona, contra la voluntad evidente de la mayor parte de sus jóvenes y contrariamente a lo habitual en toda España, las fiestas se celebran con muy poca presencia de los símbolos nacionales, empezando por la bandera. El nacionalismo, armado y sin armar, es enemigo jurado de la libertad de Pamplona y de los pamploneses.
San Fermín es un momento para que toda España piense, a pesar de la alegría y el bullicio callejero, en una ciudad hermana en la que la libertad no es total. Yolanda Barcina tiene ante sí el reto de hacer que la verdadera libertad avance, y de que retroceda la coacción y la mentira de los enemigos de la ciudad de Pompeyo.
Por Pascual Tamburri Bariain, 23 de junio de 2004.
Publicado en El Semanal Digital.