Al PSOE la responsabilidad; al PP la reflexión

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de junio de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.

Algo hay que cambiar en el PP, y mucho más aún en el PSOE. Porque si cada falsa victoria regional o local del partido de Zapatero se convierte en un éxito de los nacionalistas el problema nacional será irresoluble.

Emilio Pérez Touriño está decidido a presidir la Xunta de Galicia. Para conseguir una presidencia a la que los votos de su partido no le dan acceso necesita los votos separatistas y marxistas del BNG. Esos votos tendrán un precio en el programa de Gobierno y en los cargos de responsabilidad dentro de la misma Xunta. sí lo ha anunciado Anxo Quintana, que ha hablado de «programas diferentes, pero compatibles».

El PP ha perdido la Xunta. A los de Manuel Fraga y Mariano Rajoy les queda el consuelo moral de haber vencido las elecciones, pero es una triste compensación tras tres lustros de poder ininterrumpido. Algo ha fallado en el PP, y con toda la serenidad que se quiera se impone una reflexión, porque denunciar la alianza contra natura del PSOE no basta para recuperar posiciones. Si a cada victoria moral del PP sigue una pérdida efectiva de poder las cosas irán para ellos de mal en peor, ya que los partidos existen para conquistar, conservar y gestionar el poder.

Ante el PP se abren varias opciones, no todas ellas buenas. Cabe por ejemplo la tentación de negar la evidencia, es decir, de buscar responsabilidades sólo fuera y de no corregir nada de lo que ha llevado al antes poderoso PP gallego a esta situación. Si se va por ese camino son seguras las derrotas futuras.

Otra opción, aún peor, es equivocarse al identificar errores y problemas. Por ejemplo, al analizar las causas de la pérdida de la mayoría absoluta alguien podría pensar en la estrategia de oposición a Zapatero en las calles. Y sería un grave error, porque durante esas semanas cruciales las encuestas lo único que han detectado es una recuperación del PP; y además precisamente el PP gallego era de los más reacios a salir a la calle, y en consecuencia de los menos afectados -para bien o para mal- por esa decisión. La sumisión acomplejada al PSOE, que algún sedicente centrista murmura, lejos de ser una solución para este problema es una causa clara del mismo.

La reflexión del PP debe ser moderna y sin complejos. Precisamente, si algo define lo que Touriño y Quintana van a hacer es que huele a naftalina, un olor que los populares, en sus recientes salidas a la calle, no despiden. El PP tiene un rostro unido, joven, vigoroso y sin complejos timoratos, y es un rostro vencedor. En Galicia, la reflexión puede ir más en esa dirección que hacia una estéril disputa de nombres.

El PSOE no ha ganado, pero el PP ha perdido. Algo hay que cambiar en el PP, y mucho más aún en el PSOE. Porque si cada falsa victoria regional o local del partido de Zapatero se convierte en un éxito de los nacionalistas el problema nacional será irresoluble.

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de junio de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.