Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de octubre de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.
Para librarse de la acusación de colaborar con ETA y Batasuna, Atutxa hace caer la responsabilidad en el PNV y sus socios. Otegi, a cambio, apoyó el «Plan ibarretxe».
Juan María Atutxa, ex presidente del Parlamento de la Comunidad Autónoma Vasca, compareció ayer ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para responder de una acusación de desobediencia al Poder Judicial. El destacado militante del Partido Nacionalista Vasco no cumplió la orden de disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (literalmente, «nacionalistas socialistas»), que era emanación de Batasuna y, en consecuencia de ETA.
Atutxa y sus aliados en aquella ocasión -el nacionalista de Eusko Alkatasuna Gorka Knörr y la comunista de Ezker Batua Kontxi Bilbao- han sostenido ante los Tribunales que realizaron «todos los esfuerzos posibles» para disolver el grupo etarra, pero que no fue legalmente posible por los propios mecanismos de la Cámara vasca. Ninguno de los tres niega la desobediencia; los tres afirman que, de haber sido posible, habrían cumplido la Ley. Pero los tres, Atutxa, Knörr y Bilbao, coinciden en afirmar que la ilegalización de Batasuna fue un «error».
Conviene recordar que la disolución del grupo parlamentario etarra era la lógica consecuencia de la aplicación de la Ley de Partidos, y que fue expresamente ordenada por el Tribunal Supremo. Frente a esta sentencia, Atutxa alega que el Reglamento del Parlamento vasco no lo preveía. No ha dicho, sin embargo, que los nacionalistas «blindaron» dicho reglamento. Así que Atutxa, alejando de sí la acusación de apoyar a ETA, la hace recaer en los partidos que sostienen hoy al presidente regional Juan José Ibarretxe en el poder -PNV, EA, IU-. Para salir airoso de la acusación, Atutxa sienta en el banquillo a su propio partido y a su Gobierno autónomo.
No es una cuestión menor, ni tampoco, como ha dicho el líder del PNV Josu Jon Imaz, una «involución democrática del pasado». Es una cuestión muy presente en el clima de tensión que va en aumento en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya. Los parlamentarios etarras que se vieron beneficiados por esta gestión de Atutxa y del PNV son los mismos que después votaron el plan independentista de Ibarretxe. Y son los mismos que han definido los cauces de una «doble negociación» en los que se van enredando los socialistas del secretario general Patxi López y todos los nacionalistas. Con la bendición de José Luis Rodríguez Zapatero.
Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de octubre de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.