Amenazas de bomba y ataques de Zapatero a la libertad de expresión

Por Pascual Tamburri Bariain, 27 de octubre de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.

El Gobierno no soporta la libertad de expresión de la prensa digital y de algunos medios tradicionales como la Cope. La libertad es mala para la «segunda Transición» de ZP.

La sede de la Cadena Cope en Madrid tuvo que ser desalojada ayer jueves por un aviso de bomba. De esta manera, se interrumpió el programa La Mañana, de Federico Jiménez Losantos, que ha sido reiteradamente atacado en las últimas semanas desde el Gobierno y sus medios afines. Anteayer mismo, el ministro de Industria, José Montilla, acusó a la emisora de la Conferencia Episcopal de «sembrar el odio» y la «división».

La amenaza de bomba -afortunadamente, de momento, falsa- no es una casualidad. La libertad de expresión y la existencia de medios de comunicación libres e independientes preocupa a José Luis Rodríguez Zapatero y a su equipo (http://www.elsemanaldigital.com/arts/40377.asp). La andanada del miércoles no fue sólo de Montilla ni sólo contra la Cope: estaban presentes el secretario de organización del PSOE José Blanco y el agricultor, reconvertido en secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda; y lo que inquieta a Zapatero es que haya medios, por ejemplo digitales, absolutamente fuera de su control.

La política de comunicación de este Gobierno no se presta a equívocos: las concesiones de televisión -analógica o digital- se dan sólo a los amigos, preferiblemente a la Prisa de don Jesús de Polanco; las cadenas que no gustan -como La Otra de Telemadrid- son perseguidas. Y lo que no puede ser cerrado es calumniado y difamado en los ambientes «progresistas», como la Cope o los medios digitales independientes entre los que se encuentra Elsemanaldigital.com.

Las nuevas tecnologías preocupan al PSOE y a Polanco, que controlan los medios tradicionales. Durante mucho tiempo la prensa digital ha sido ignorada y vilipendiada en la sede socialista de la calle Ferraz, y ahora es abiertamente temida. Internet ha demostrado ser, como hace cinco años se decía en este mismo espacio al iniciar nuestro periódico su camino, un formidable espacio de libertad, capaz de hacer real la libertad de expresión del artículo 20 de la Constitución española. Precisamente cuando Zapatero parece decidido a deshacer la Constitución, del entorno de Juan Luis Cebrián ha surgido el primer periódico «progresista» en la Red. Tiene miedo.

Del miedo a la libertad surge el odio a los que la practican. La Cope no voló por los aires ayer, pero los sembradores del odio -Montilla, Cebrián (hijo) y sus respectivos entornos- siguen viendo a Losantos, a César Vidal y a la prensa digital, junto a una pequeña parte de la tradicional, como los principales problemas en el camino del «plan Zapatero». Porque a través de ellos, de nosotros, los españoles conocen la verdad que en otros lugares se ocultan.

El PSOE quiere una Cope marginal, dedicada sólo a asuntos religiosos, y querría domesticar toda la prensa digital o convencional. Los medios que no sean afines están amenazados, antes que por las bombas, por la censura del Gobierno. Censura económica, como la ejercida por el ministro de Defensa José Bono con la publicidad institucional de su Ministerio, o censura directa, como la pactada en el Congreso de los Diputados entre Zapatero e Izquierda Unida, en el liberticida Estatuto del Periodista Profesional. Es triste ver cómo un profesional veterano como Luis del Olmo se presta a participar, con sus ataques a Losantos, en la instauración de la censura.

La libertad de expresión necesita serenidad. Que cada medio desarrolle su línea editorial en la forma y dirección que estime conveniente. Que sean sólo los españoles, eligiendo, quienes decidan. Si se excitan los ánimos desde el Gobierno contra quien ejerce la libertad habrá más amenazas de bomba, y Zapatero habrá puesto en peligro, una vez más, el Estado de Derecho que debe defender.

Por Pascual Tamburri Bariain, 27 de octubre de 2005.
Publicado en El Semanal Digital.