ETA y el Estatuto: Zapatero en la encrucijada

Por Pascual Tamburri Bariain, 12 de enero de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.

El Gobierno parece decidido a autorizar un acto de Batasuna – ETA el próximo sábado 21. Por cálculo político y electoral se rompe la Ley de Partidos.

Mientras aún no se ha cerrado la negociación entre el presidente del Gobierno, el PSOE y los nacionalistas catalanes, en La Moncloa se están dando pasos en otra dirección. Tanto el Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, como José Luis Rodríguez Zapatero han expresado en público que «hay que respetar los derechos y libertades individuales que están consagrados en la Constitución».

Esa sutil distinción implica, de manera concreta e inmediata, que Batasuna podrá celebrar el congreso que ha convocado para el sábado 21 de enero en Bilbao. De esta manera, de hecho aunque aún no de Derecho, se anulan los efectos de la Ley de Partidos vigente, y un grupo terrorista volverá a realizar actividades públicas.

Es lógico preguntarse por las razones del Gobierno para dar ese paso. Por definición el Gobierno tiene el deber de hacer cumplir la Ley, y de defender los derechos individuales y colectivos de los españoles. Si en este caso cabe dudar que lo haga, por tolerar una actividad que conforme a la letra de las normas en vigor sería inaceptable, no es por casualidad.

Zapatero ocupa el poder gracias a Pasqual Maragall y a sus socios. Pero ese apoyo tiene un precio político, el nuevo Estatuto catalán. Un Estatuto para el que los nacionalistas pretenden competencias que rebasan con mucho la Constitución, y que coloca a Zapatero en una disyuntiva muy difícil. El intento de congraciarse con los nacionalistas vascos, y de ganarse a la opinión pública española ofreciendo una «tregua» de ETA, es en buena medida una manera de asegurar su posición parlamentaria y de preparar las siguientes elecciones generales.

Pero las legítimas ambiciones políticas no pueden ir más allá de la Ley. Si se confirmasen los rumores de que ETA va a declarar una tregua de manera inmediata -el mismo día 21 tal vez- habría que preguntar a Zapatero qué precio ha pagando o está dispuesto a pagar. El secretario general del PP, Ángel Acebes, ya ha explicado que presumiblemente son un anticipo del precio político» que reclama ETA.

En las calles del País Vasco y de Navarra ya hay, con este motivo, carteles con el anagrama de ETA. No hay noticias de que la Fiscalía haya actuado. Sin embargo, la sociedad civil reacciona con energía: el mismo sábado 21, a las 12:30 h., tendrá lugar en el Paseo de Sarasate de Pamplona, una concentración para la presentación del Manifiesto «Por la unidad de España». Zapatero y sus socios pueden no tenerlo tan fácil como piensan.

Por Pascual Tamburri Bariain, 12 de enero de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.