Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de febrero de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.
Así se escribe la historia: el PP acertaba y el PSOE, con sus socios del Tripartito catalán, se equivocaba. ETA acaba de explicar por qué miente Zapatero.
ETA envió ayer un nuevo comunicado, en el que los terroristas celebran los efectos políticos de su tregua limitada a Cataluña. Los terroristas explican que esa tregua tiene una relación directa con el proceso político que tiene lugar en el Principado, y que los avances del independentismo catalán ayudan directamente al brazo político de ETA a conseguir sus objetivos, también independentistas.
Así se escribe la historia: el PP acertaba y el PSOE, con sus socios del Tripartito catalán, se equivocaba. Acertaba el PP cuando, en plena campaña electoral de 2004, denunció la reunión en Perpiñán de Josep Lluís Carod-Rovira, conseller en cap de la Generalitat presidida por el socialista Pasqual Maragall, con los representantes de la banda nacionalista vasca ETA. Los terroristas anunciaron como consecuencia de aquella reunión una tregua limitada a Cataluña.
Conviene recordar que el PP fue entonces acusado, por lo menos, de exagerado, al relacionar el programa político de Esquerra Republicana y del Gobierno autonómico catalán con los planes de los terroristas de ETA. La izquierda y los nacionalistas no aceptaron más que una posible «torpeza» de Carod-Rovira, pero nunca una relación directa entre la acción de ETA y los programas nacionalistas catalán y vasco.
Hoy ha sido ETA la encargada de dar la razón al PP. Hay una relación directa entre ETA y los promotores del nuevo Estatut catalán, que define Cataluña como nación y crea un espacio político potencialmente soberano. Esa relación existe desde su origen, en Perpiñán; y esa relación prosigue hasta el día de hoy, porque el caso catalán es la carta de presentación de Zapatero ante quienes, desde otros lugares de España, quieran nuevas naciones y nuevas autodeterminaciones.
Ya lo habían dicho muchos, desde el Partido Popular. Lo dijo en su momento el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar. Y lo han reterado con nuevas pruebas y argumentos Jaime Mayor Oreja, Alejo Vidal-Quadras y María San Gil, por ejemplo. La llegada de Zapatero a La Moncloa fue una buena noticia para ETA. Para el «popular» Leopoldo Barreda, portavoz del partido en el País Vasco, «el balance de ETA es que van ganando, que recuperan posiciones, que están consiguiendo resquebrajar la arquitectura institucional de España y que han conseguido fortalecer relaciones políticas con quienes desean también la liquidación de la Constitución».
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se muestra firmemente ilusionado con el «inicio del fin» de la violencia, y ha explicado que eso implica el fin de ETA, y que tiene razones serias para creerlo así. Ha dicho también que el principio de autodeterminación no es negociable, que no reconocerá a partes de España el derecho soberano a decidir un futuro separado. Pero a la vez el presidente autonómico Ibarretxe -un nacionalista, para quien lo innegociable es la autodeterminación- está igualmente ilusionado. O Zapatero se engaña y trata de engañar a alguien con el «proceso de paz» o no reconoce hasta qué punto está dispuesto a ceder. Y ETA, que sabe qué piensa Zapatero y qué hacen sus aliados, acaba de explicar por qué miente Zapatero.
Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de febrero de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.