El segundo embarazo de la Princesa de Asturias une a los españoles

Por Pascual Tamburri Bariain, 25 de septiembre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.

La Casa Real anunció ayer lunes a los medios de comunicación el segundo embarazo de la Princesa de Asturias. Doña Letizia Ortiz Rocasolano será madre el próximo mes de mayo. La noticia se ha hecho pública a los once meses del nacimiento de la primogénita de don Felipe, la infanta Leonor, que hoy ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono.

En medio de una situación política encrespada, y en los inicios de un año electoral que se prevé particularmente duro, el feliz anuncio ha tenido la virtud de unir a los políticos de todas las tendencias y a los españoles de todas las opiniones. Divididos en tantas otras cosas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el líder de la Oposición, Mariano Rajoy, han coincidido en felicitar a los Príncipes y en considerar la noticia positiva para el país y para su estabilidad institucional. Han sido, en buena medida, una horas de tregua que han demostrado la capacidad de convivir de todos los ciudadanos.

No hay casi excepciones a la alegría demostrada por gentes de toda opinión y condición. Sólo unos pocos extremistas de izquierdas y nacionalistas han aprovechado la ocasión para manifestar su opción republicana y antimonárquica, que permanece aislada en el conjunto de la opinión pública. Sin embargo, los políticos son conscientes de que este embarazo llega cuando ellos no han sido aún capaces de cumplir la tarea a la que se comprometieron.

En efecto, Zapatero llegó al poder prometiendo una reforma constitucional en cuatro aspectos, uno de los cuales era la sucesión a la Corona para equiparar los derechos de varones y mujeres de la Casa de Borbón. El Partido Popular, cuyo apoyo es necesario para reformar el Título constitucional relativo a la Corona, dio su aprobación a ese proyecto de Zapatero, pero el presidente del Gobierno insistió en añadir los otros tres elementos de su proyecto, mientras que el PP quiso añadir un techo competencial a las Comunidades Autónomas dentro de la misma reforma. De momento, no se ha hecho nada.

Conviene recordar que, en caso de realizarse esta reforma, implicaría una disolución inmediata de las Cortes Generales y la convocatoria de nuevas elecciones, lo que puede ser una razón política más para explicar tantas dilaciones en un asunto que aparentemente no presenta ni problemas ni discrepancias relevantes. Alegando la falta de acuerdo en otros asuntos PP y PSOE han evitado por ahora medirse de nuevo en las urnas. Esto no representa ningún peligro político para la monarquía española, porque será heredero de la Corona quien determine la norma constitucional vigente en el momento de la sucesión. Don Juan Carlos accedió por su voluntad a reinar bajo la soberanía popular, don Felipe es heredero en lugar de su hermana primogénita porque así lo determina ahora la Constitución y los futuros herederos estarán igualmente sometidos al pueblo y a sus representantes legítimos.

Precisamente el pueblo español ha dado un ejemplo de alegría sincera y de normalidad al recibir esta noticia. La Corona y sus representantes están para unir y para aportar concordia y rectitud, y la monarquía estará tanto más sólidamente afirmada entre nosotros cuanto sea, por encima de las partes, la monarquía del pueblo. Como fue ayer.

Por Pascual Tamburri Bariain, 25 de septiembre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.