El sueldo de Poettering y otras cosas inútiles que estorban a Rajoy

Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de septiembre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.

Estoy convencido de que el líder del Partido Popular Europeo en el Parlamento de Estrasburgo es una bellísima y excelente persona. Es más, Hans-Gert Poettering preside un grupo que durante décadas ha repartido bulas de santidad, así que tendrá probablemente un puesto reservado, para dentro de muchos años, en el mismo cielo que Alcide De Gasperi, Robert Schuman, Don Sturzo, Konrad Adenauer y demás. Lo que pasa es que yo no quiero compartir el cielo de los democristianos, y creo que hay buenas razones para evitarlo.

Mientras que el PP de Mariano Rajoy se oponía de frente al regalito de Zapatero a ETA -la «internacionalización del conflicto» hablando de las cosas de los terroristas en la Eurocámara- y decía «mi partido no puede aceptarlo», Poettering mercadeaba otra cosa: «si el Parlamento Europeo quiere discutirlo, es normal. Pero nosotros …estamos a favor de una discusión en noviembre». Todo un logro, que además no se logró.

No me vengan ustedes con tecnicismos. Si el PPE no tenía mayoría para impedir que la izquierda se abrazase en público con los etarras, la cuestión no era cambiar la fecha del beso, sino dejar muy claras las responsabilidades. Votar que no, negarse a la sumisión, protestar públicamente por todos los medios en vez de intentar, encima sin éxito, retrasar un mes el festival.

Jaime Mayor Oreja ha hablado de «error histórico», y es verdad que José Luis Rodríguez Zapatero lo ha cometido en nuestro nombre. Pero Poettering ha impedido que la situación esté perfectamente clara para todos; y es que las sutiles delicadezas que los eurodiputados acostumbran entre sí no son fáciles de entender para los comunes mortales.

Confundir la urbanidad y la buena educación con la predisposición a la rendición es un vicio tan centrista como democristiano, tan propio de un apacible eurócrata como conveniente para personas que tienen prioridades diferentes del servicio a los ciudadanos y a la libertad. ¿Qué prioridades? Si ustedes no saben cuánto y cómo gana al mes un eurodiputado, infórmense, la cosa es como para acallar muchas conciencias. Y si además mediante un cómodo pacto con la izquierda Poettering va a ser presidente del Parlamento dentro de un par de meses, ¿quién no se explica la opción dilatoria en lugar de la claridad contra el mal? Todo esto con dinero nuestro, en nuestro perjuicio general y para ulterior deterioro de la posición de Mariano Rajoy, que es el que peor queda con estas cobardías y mezquindades de sus amigos.

¿Qué amigos? Esa es otra. Porque el PP pertenece al PPE, pero el PNV y Unió Democrática de Catalunya también tuvieron allí su hogar europeo, así que no se puede decir que todos sean igualmente de fiar por allí. Y en cambio el PP se ha reencontrado en este tema con otros amigos que sí parecen serlo con verdadera solidez. Porque durante la gesta de Poettering se ha dicho que el PP y el PPE se quedaron solos en este asunto, y nada hay más falso. Otro grupo parlamentario, la Alianza por la Europa de las Naciones, salió en apoyo de los de Rajoy, y por cierto sin los melindres de los democristianos. Y así ha resultado que el PP ha tenido la defensa de Alleanza Nazionale de Italia, el Fianna Fail de Irlanda y diversos partidos, manifiestamente a la derecha, de Lituania, Letonia, Dinamarca y Polonia, incluyendo en este caso a los miembros de la coalición de gobierno, además de partidos sin representación propia por el momento como el Rassemblement pour la France de Charles Pasqua y otros grupos de Luxemburgo, Estonia, Chipre y Eslovaquia. Ellos no se llevan el latisueldo del amigo Poettering; pero tal vez puedan enderezar las cosas que parecen torcidas en el PPE, en bien de España y en lucha contra el nacionalismo asesino.

Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de septiembre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.