Una peligrosa carrera hacia el centro al borde del precipicio

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de octubre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.

Por fin Pepiño Blanco tomó la decisión, y como suele pasar con los responsables de Organización de los partidos grandes, optó por lo que le pareció más conveniente para los intereses electorales generales del PSOE. Los socialistas ya tienen candidato en Navarra, y será Fernando Puras, es decir el más pulcro, moderado y centrista de los candidatos posibles, dispuesto a no perder ni un solo voto por los posibles pactos postelectorales con los nacionalistas vascos. Pero dispuesto también a esos pactos.

La campaña electoral en la Comunidad Foral va a durar ocho meses, y va a ser uno de los centros de atención política durante todo ese tiempo. Zapatero se juega mucho con Puras, porque necesita un buen resultado en Pamplona, ya que sólo eso le permitirá hacer lo que ahora no puede: hablar con ETA sobre Navarra. Y Batasuna en sus manifestaciones del fin de semana anterior en Pamplona, Vitoria, Bilbao y San Sebastián había dejado claro que «sin Navarra no hay paz». Menuda papeleta.

Puras se lanza a la campaña electoral dispuesto a comerse a besos y abrazos al presidente Miguel Sanz, que como candidato de UPN tiene por delante una batalla por el voto navarrista sin confundir las coordenadas. Puras y Sanz, con equipos de asesores de imagen muy similares -hay quien dice que intercambiables, pero el PSOE parece que tiene varias sorpresas en la recámara-, van a representar una obra de teatro muy curiosa por imperativos del guión: van a exhibir moderación, cercanía, talante y centrismo hasta la extenuación, aun cuando la mayor parte del electorado tiene claro que se trata de unas elecciones decisivas para el futuro de Navarra y de España en las que el PSOE está dispuesto a tratar con los nacionalistas y UPN, los socios del PP, no.

¿Y si la mayor parte de la gente sabe que tantos tonos suaves no tienen nada que ver con la batalla real, por qué los dos partidos juegan al mismo juego? Porque los dos están convencidos de que hay un segmento de voto común, que es el decisivo. Así que en vez de dirigirse a sus votantes mayoritarios van a tratar de «pescar» en esa zona común, en una versión a la navarra de la lucha por el centro que Zapatero y Rajoy plantean para 2008.

Yo no sé si aciertan a correr hacia el centro sin mirar atrás. Porque esa carrera, en esta situación, tiene sus riesgos. Puras puede encontrarse tan centrado que parte de su electorado de izquierdas acabe en IU, Aralar o incluso Batasuna, con el peligro de que el PSOE sea tercera fuerza, y no segunda, en mayo. Y Sanz, con UPN, será sin duda la primera fuerza, pero como una parte de su electorado tradicional se desmovilice y no vaya a votar terminaría siendo todo un regalo a los enemigos comunes. ¿Los asesores saben siempre lo que hacen?

Por Antonio Martín Beaumont y Pascual Tamburri Bariain

Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de octubre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.