Rajoy emplaza a Zapatero a explicar el «proceso» y a abandonarlo

Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de octubre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.

El presidente del Partido Popular pidió ayer de manera contundente al presidente del Gobierno que aclare en sede parlamentaria el supuesto «proceso de paz». No se trata de una solicitud personal de Mariano Rajoy a José Luis Rodríguez Zapatero, sino de una exigencia democrática del líder de la oposición al responsable del poder ejecutivo subordinado a la Constitución. Y las cosas no son para menos.

Casi todos los medios de comunicación se han hecho eco, en las últimas semanas, de circunstancias más que preocupantes para el futuro democrático de España y del País Vasco en su seno. ETA ha recibido un espaldarazo en el Parlamento Europeo auspiciado por el Grupo Socialista. Mientras tanto, la banda ha vuelto a secuestrar y ha robado el mayor cargamento de armas individuales de su historia delictiva. Simultáneamente, PSE, PNV y Batasuna parecen estar de acuerdo en una serie de concesiones en la línea de lo exigido por los terroristas, es decir, liberación de los presos previa sumisión del poder judicial, entrega de Navarra previa anestesia electoral a los navarros y cosoberanía como paso previo a la independencia. Si esos son elementos de la «paz» que se está fraguando, sin duda Zapatero tiene el deber de explicarlo.

Rajoy cree que Zapatero debe explicar a los españoles «lo que hasta ahora no ha querido explicar en sede parlamentaria». Y en realidad, si el Gobierno solicitó la confianza del Congreso de los Diputados para explorar las posibilidades del fin del terrorismo nacionalista vasco, el aval que obtuvo en 2005 no es ilimitado, y no legitima las conversaciones previas que ahora conocemos -que se remontan a 2002- ni puede respaldar ninguna violación de la Constitución ni de sus fundamentos. Zapatero debe explicarse porque una mayoría parlamentaria no lo convierte en dueño absoluto de los destinos del país.

Esas explicaciones son debidas, además, porque hoy ETA es más fuerte que hace tres años, y porque tiene confianza en alcanzar sus objetivos mientras que al llegar Zapatero a La Moncloa sólo pensaba en el acoso policial que estaba a punto de derrotar a los terroristas. Si Zapatero ha prestado una ayuda a ETA con su «proceso», tiene en Rajoy una mano tendida para corregir su error y volver a la anterior y exitosa política antiterrorista. Al menos el líder de la oposición cumple con su obligación al ofrecer su apoyo para cerrar el «proceso», aunque de momento parece que el Gobierno elegirá otro camino.

En realidad, ante la coalición de hecho que une al PSOE con Izquierda Unida y las minorías nacionalistas en el Congreso y el Senado, el PP sólo tiene tres cosas que hacer: seguir exigiendo luz y taquígrafos aunque se los nieguen, salir a la calle en defensa de la verdad, de la justicia y de la unidad de España, como ya ha hecho en los meses pasados y probablemente tenga que volver a hacer en los próximos, y ante todo dejar claro qué hará cuando llegue al poder. Especialmente los terroristas deben ser conscientes de la firmeza del centro derecha, de que Mariano Rajoy no asumirá ninguno de los compromisos de Zapatero con la banda ni con sus aliados, de manera que una futura victoria del PP suponga el final de cualquier proceso inconstitucional.

Por Pascual Tamburri Bariain, 30 de octubre de 2006.
Publicado en El Semanal Digital.