Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de marzo de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.
Semana Santa. Tiempo de descanso. Recogimiento. Aroma a incienso. ¿Estamos seguros? Hace ya bastantes años que la semana de Pasión no es lo que era, convertida más en unas vacaciones de primavera que en un momento de espiritualidad elevada. Pero aún nos quedaba, por lo menos, la costumbre de poner sordina a las polémicas políticas y de detener durante unos días (antes santos, hoy sólo vacacionales) la maquinaria de los medios y de los partidos. Hoy ya no estamos seguros ni siquiera de eso.
El único que lo tiene claro es el juez Gómez Bermúdez, que esta semana interrumpe el juicio del 11-M. Ni siquiera Zapatero se alejará mucho de la barahúnda -él, tan dado al reposo, se nos va a Lanzarote, y sólo unos pocos días-. El 27 de mayo está a la vuelta de la esquina, y en esas elecciones está en juego mucho más que la composición de los Ayuntamientos y el poder en las Comunidades Autónomas y Diputaciones. Cierto, este martes 3 de abril sale en el Boletín Oficial la convocatoria de unos comicios locales y autonómicos, pero a nadie se le escapa que PP y PSOE se lo juegan todo. Va a ser un partido muy duro, y estamos, en el mejor de los casos, en los últimos días antes de una melée de las que hacen época.
A partir del lunes de Pascua, si no es antes, estaremos ya en plena campaña electoral. Ahora mismo los candidatos a alcaldes y concejales se hacen ver en las procesiones y actos religiosos, que son un escaparate tradicional antes de las urnas. Pero saben que no van a ser protagonistas. En circunstancias normales lo serían, y una farola de más o un banco de menos darían y quitarían la vara de mando. Ahora no va a ser así: la política nacional va a tener un peso abrumador en la política local -y algunos que creemos en la autonomía a todos los niveles pensamos que eso es un mal al margen de lo que pase- y los verdaderos candidatos no van a ser los que se jueguen su futuro con su nombre en las papeletas.
Mariano Rajoy está desafiando, por ahora con acierto, a José Luis Rodríguez Zapatero. El PP ha plantado cara con moderación y tino a las políticas radicales del PSOE, y ha ofrecido alternativas a una situación difícil. Si hay esperanza es porque hay alternativa, y porque dentro de la democracia hay respuesta a muchas decisiones equivocadas y algunas descabelladas que el Gobierno ha tomado desde 2004. Por eso estamos en campaña, y por eso sólo nos quedan estos días para tomar aliento. El sprint final hacia las elecciones durará todo el resto de primavera.
Por Antonio Martín Beaumont y Pascual Tamburri Bariain
Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de marzo de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.