Zapatero apuesta fuerte en Navarra

Por Pascual Tamburri Bariain, 17 de junio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

Apuesta fuerte, es decir, arriesga mucho. El presidente del Gobierno de España ha autorizado el reparto de poder municipal entre el PSN-PSOE de Fernando Puras y la coalición independentista Nafarroa Bai, que dará el control de bastantes Ayuntamientos de la Comunidad Foral a los abertzales y de otros tantos a los socialistas. Una alianza que entra sin duda en lo permitido por nuestras leyes electorales, pero que abre perspectivas inquietantes para todos.

La alianza en los Ayuntamientos es el preámbulo de una alianza política entre PSOE y NaBai para gobernar Navarra; una posibilidad sobre la que UPN y Mariano Rajoy ya advirtieron durante la campaña electoral, y que tanto Zapatero como Puras se negaron a comentar en su momento, amparándose en que, sin duda, el PSOE ha compartido el actual status de la Comunidad Foral. Esa respuesta no contestaba a la pregunta, pero la respuesta va a llegar o está llegando: UPN, con el doble de votos que el PSOE o NaBai, va a pasar a la oposición. ¿A cambio de qué?

Porque no es realmente noticia, o no es inquietante, que la izquierda gobierne en Navarra. Eso ya sucedió y en democracia es lógico que periódicamente suceda. Tampoco es excepcional de Navarra -aunque sí es un problema para el conjunto del sistema- que los perdedores gobiernen y los vencedores pierdan el poder. La noticia es que todo eso sucede precisamente ahora y precisamente en Navarra.

Precisamente ahora: la tregua de ETA ha terminado y lo único cierto es que los terroristas vuelven a hacer lo que les es propio, causar miedo y dolor. El precio pedido por eta es una euskaldunización de Navarra; y ahora Navarra va a ser gobernada, porque Zapatero quiere, por otros euskaldunes. Navarra, que durante décadas ha sido un oasis de lealtad en el norte, puede convertirse en un foco de tensiones, de independentismo y de rivalidad entre comunidades. Si Puras y zapatero querían poder podrían haber pactado con UPN, que ha estado dispuesta a hacerlo en términos incluso humillantes para sus 140.000 electores; si ha preferido el apoyo de Patxi Zabaleta, el abogado de etarras, debemos sospechar que tendrán sus razones.

Y como en política no hay imposibles, debemos reflexionar sobre esas razones. Una nace de Madrid y es la voluntad de arrinconar al PP (y en este caso a UPN). En el PSOE hay quien no razona en términos de beneficio para su propio partido, sino de acorralamiento y destrucción del centro derecha, para lo que todo valdría. Incluso aliarse con los independentistas. Otra razón podría ser que el PSOE se encuentre más a gusto con NaBai que con UPN, pero eso sería mejor examinarlo dentro de un par de legislaturas, cuando la acción social de los euskaldunes desde el poder empiece a cambiar la faz de Navarra.

Una tercera y más inquietante razón está en la mente de todos: ¿tendrá pensado Zapatero reanudar su «proceso», acercándose a los nacionalistas por el flanco navarro? ¿»Proceso» con ETA o con el PNV? ¿Y con qué límites? Porque de por medio hay unas elecciones generales, y aunque Navarra representa un 1% del censo en muchos lugares de España se podría votar mirando al Norte del Ebro. Donde Zapatero se la juega, y donde Rajoy recuerda que «si el PSOE pacta en Navarra con Na-Bai no lo puede hacer en nombre de la democracia».

Por Antonio Martín Beaumont y Pascual Tamburri Bariain

Por Pascual Tamburri Bariain, 17 de junio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.