Navarra: ¿habrá segunda vuelta?

Por Pascual Tamburri Bariain, 18 de junio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

Este domingo, Francia ha celebrado la segunda vuelta de sus elecciones legislativas. Su sistema electoral, mayoritario, ha garantizado Gobiernos estables desde el 13 de mayo de 1958, y es una democracia moderna y en ciertos sentidos admirable. Las minorías marginales, si no se unen o se organizan, no pueden condicionar la marcha general de los asuntos nacionales. Además, no se da el caso de un candidato masivamente votado que tenga que irse a casa o a la oposición por una alianza entre fracasados.

En Navarra padecemos una epidemia de pactos que, al contrario de la segunda vuelta francesa, permiten que quien perdió gobierne e impiden que quien venció desarrolle su programa. Hasta Charles De Gaulle también Francia era así, como Italia antes de que la corrupción arrollase a los centristas y los comunistas por igual: y no hace falta recordar cómo se sentían de engañados los ciudadanos.

Engaño, sí. Y lo que en el resto de España es un defecto menor del sistema, una Ley discutible, entre nosotros abre las puertas a escenarios insólitos. Abertzales gobernando Navarra, independentistas dirigiendo la Policía, nacionalistas decidiendo (más aún que ahora) en Educación; Nafarroa Bai es todo eso, y no sería posible con una segunda vuelta democrática.

Hay un solo precedente reciente en España de algo similar. Cuando Esperanza Aguirre ganó las elecciones de 2003 en Madrid, la izquierda pactó con la extrema izquierda y parte de los afectados se negaron a avalar el engendro -el «tamayazo»-, la candidata del PP se negó a aceptar la situación y se disolvió la Asamblea para ir a unas nuevas elecciones con dos opciones claramente definidas. Y en esa segunda cita la gente tuvo que elegir entre Aguirre y el frente socialcomunista de Rafael Simancas.

Ganó Aguirre. El Amejoramiento permite, en caso de necesidad, ir a unas elecciones forales anticipadas. Si PSOE y NaBai se ponen de acuerdo ahora, podrían hacer lo mismo, ir a las urnas con esa propuesta, a ver si los navarros «en directo» prefieren así a Puras o a Miguel Sanz. ¿Tendrán narices para hacerlo o no tendrán más narices que hacerlo?

DÉFICIT DEMOCRÁTICO

Jorge Esparza Garrido ganó las elecciones en Marcilla (Navarra), encabezando la lista de UPN y batiendo al PSOE y a IU. Pero los derrotados, José María Abárzuza Goñi y Román Peláez, se han unido para privar de su victoria al que habría sido el alcalde más joven de Navarra, y probablemente uno de los más preparados y brillantes.

Por Pascual Tamburri Bariain, 18 de junio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.