Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de julio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.
El 4 de julio es el gran día: por fin, dicen en el PSN, se desvelará el gran misterio. Un misterio que es como el secreto de Polichinela, pero que Fernando Puras tarda en hacer público por buenas razones. La primera, proteger a Zapatero en el debate sobre el estado de la nación; la segunda, asegurarse de la unidad del PSN ante un pacto con NaBai. Pero pocos dudan aún de que Patxi Zabaleta lo haya conseguido: los independentistas vascos gobernarán Navarra, y UPN pasará a la oposición.
Antes incluso de que, como dice Jaime Ignacio del Burgo «se consume la traición», en el partido mayoritario hay ciertos desmarques significativos. Uno de los primeros, y seguramente de los más sonoros, es el de Javier Trigo Oubiña, hasta ahora director gerente del Instituto Navarro de deporte y Juventud. Trigo ha presentado su renuncia a la consejera de Bienestar Social del Gobierno de Navarra, Maribel García Malo, y no ha ocultado las razones de su salida anticipada del buque gubernamental. De hecho, una entrevista a doble página en Diario de Navarra en domingo es todo menos una despedida discreta. Que tiene sus razones…
Bienestar Social, incluyendo Deporte y Juventud, ha sido uno de los agujeros negros de los Gobiernos de centroderecha. Habitualmente ha faltado pulso político, y han sobrado complejos frente a la militancia izquierdista y abertzale en el sector. Lo mismo podría decirse de Educación y Cultura, pero eso nos llevaría muy lejos hoy. La dimisión de Trigo ha destapado un polvorín que a lo largo de los años ha hecho perder la confianza en UPN a personas que comparten todos sus principios fundacionales. A la gestión ligera de Calixto Ayesa, que no enderezó las cosas pese a su habilidad política y que para siempre quedará tarada por el recuerdo de Humanismo y Democracia, siguió desde 2003 el «experimento» de Miguel Sanz de colocar a la ex diputada socialista Reyes Berruezo en la cartera. Ante la huida de Berruezo, y con Trigo ya en Deportes, Sanz echó mano de su mejor y más leal activo político, José Ignacio Palacios. Palacios hizo lo que siempre ha tenido que hacer, bailar con la más fea y sanear situaciones podridas; como resultado, hace algo más de un año y por sorpresa, Sanz cesó a Palacios después de que desde la consejería de Hacienda de Francisco Iribarren se obstaculizasen sus proyectos, rápidamente facilitados tras el nombramiento de García Malo, una mujer sin perfil político, y que si lo tiene no es de UPN.
La cuestión es, ahora mismo, intuir por qué Trigo ha decidido publicar todo esto, que ya se sabía, en la misma semana en la que UPN puede quedar fuera del poder. Seguramente ahora que vuelve a su puesto laboral en la Universidad de Navarra Trigo quiera contribuir al saneamiento de su partido, señalando errores que deben corregirse y jamás podrán repetirse. Si es así, hace bien; si no es así, sería una puñalada como tantas otras que se andan preparando.
Por Pascual Tamburri Bariain, 2 de julio de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.