El precio del poder: más aborto, para empezar

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de agosto de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

«Al próximo que diga que ZP no es un gran político dejádmelo que me lo como crudo». Así se lo han escuchado estos oídos que se han de comer los gusanos a alguno de los que cuentan, y no poco, en la Navarra de Miguel Sanz. Hace unos pocos días las sonrisas florecían entre los empresarios de lo foral, porque con el gesto de autoridad de Ferraz el PSN iba a permitir que «lo esencial» (para algunos, la prosperidad hacendística, el crecimiento económico y las infraestructuras: punto) siguiese sin variaciones. Ahora vuelve a haber sonrisas en el socialismo navarro, porque son cada vez más los que confían en que José Luis Rodríguez Zapatero pasará al centroderecha navarro una factura importante. El día 1 viene a explicarlo Pepiño Blanco.

Bono habla claro

José Bono, siempre a medio camino entre la sacristía y la tertulia casposa, ya vino este jueves a Pamplona a explicarnos qué negocio ha hecho el PSOE a costa de las impaciencias de sus afiliados navarros menos informados: «Zapatero ha hecho lo que tenía que hacer porque el PSOE no es nacionalista y los nacionalistas deben saber que nunca vamos a serlo y que además pensamos que lo progresista no es la defensa de purezas identitarias sino luchar para que sean iguales en derechos y oportunidades»; es decir, que el coqueteo con la izquierda abertzale ha servido para reblandecer a UPN y para negociar en buenas condiciones a costa del PP. Según Bono, que de esto sabe mucho, «al PP le importa tres puñetas que Sanz sea presidente de Navarra porque lo que realmente le importa es hacer daño a Zapatero y en el caso de Navarra se ha demostrado que Zapatero no solo es más patriota sino más listo que Rajoy y compañía». Amén.

Bono no es, en este caso, un «verso suelto» de la izquierda, ya que su postura es la misma de Juan Goyén, el secretario navarro de UGT, y la de la Ejecutiva de Madrid. Los sindicalistas de lo foral, ya digo, mano a mano como siempre con los empresarios del mismo sector.

El precio del poder: empiezan las exigencias

¿Pero cuál es el precio que esperan cobrarse los chicos de Ferraz? Hombre, el premio gordo es sembrar cizaña en el campo rival, donde un cierto desconcierto es innegable; separar a UPN y PP, dividir a la derecha navarra, es un juego arriesgado pero inteligente. Aparte de lo que puedan conseguir los socialistas navarros (que a menos no pueden ir, y que ya han visto cómo con NaBai no suben sus votos), Zapatero gana aquí una baza propagandística, una imprevista (y, añado yo, ilegítima; pero otro día se lo explico) legitimación patriótica.

Antes de todo eso el PSOE querrá tener pequeños anticipos que demuestren la bondad de su estrategia. Los necesitan también para calmar las aguas internas en las que, como Rajoy ha recordado, es donde de verdad hay división. Con la Ley de Dependencia ya han planteado uno, y manda narices que haya tenido que ser Juan Cruz Alli el defensor en la prensa de las competencias forales. Claro, es que con el PSN de la mano de UPN los votos de CDN dejan de ser tan esenciales.

Pero hay mas cosas pendientes. UPN y CDN planteaban una medida atrevida y progresista, de sentido común, como era la supresión del retrógrado Impuesto sobre el Patrimonio: si no siguen adelante, el PSN lo presentará como una victoria propia. El Gobierno de Navarra ha criticado los errores en política antiterrorista de Zapatero: si deja de hacerlo se presentará como el pago de un precio político por la abstención socialista. Algunos nombramientos de altos cargos son, por lo menos, curiosos, por no decir zurdos, o sea antinaturales. El Departamento de Salud (con foralísima competencia reglamentaria) de María Kutz tenía en su mano aplicar estrictamente el tercer supuesto de la ley del aborto para impedir que setecientos niños navarros mueran cada año, en su inmensa mayoría en fraude de Ley; ahora El País revela que no sólo eso no va a hacerse, sino van a seguirse distribuyendo a la ligera píldoras abortivas y se plantea volver a abortar en Navarra, cosa que paralizó en los duros tiempos de Felipe González, Gabriel Urralburu, Federico Tajadura y Aurea Tejada una auténtica rebelión social.

Razones empresariales frente a principios forales

Estoy convencido de que los empresarios de lo foral tenían santas y buenas razones para felicitarse por todo este apaño. Pero a mí estas otras partes del supuesto precio no me gustan, y si por desgracia llegan una parte de la sociedad navarra no las va aceptar dócilmente. Espero que El País haya usado en vano su portada de este viernes, y que Diario de Navarra, siempre foralmente mejor informado, haya acertado ignorando la realidad y dedicándose a sus exclusivas veraniegas sobre tubérculos excepcionales ahora que la meta soñada del cuasitripartito UPN-CDN-PSN es casi una realidad.

Veremos venir, pero dos cosas sabemos ya con seguridad: que el mejor político sobre el tablero era Zapatero y la mejor persona Rajoy. El resto está todo por demostrar.

Por Pascual Tamburri Bariain, 24 de agosto de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.