Solbes y Zapatero hacen campaña con los Presupuestos: paga Madrid

Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

La Comunidad Autónoma de Madrid recibirá de los Presupuestos Generales del Estado de 2008, tal y como los ha presentado el ministro de Hacienda Pedro Solbes, 2.616 millones de euros. Según el Gobierno regional presidido por Esperanza Aguirre esto supone que por cuarto año consecutivo el Estado congelará su inversión en Madrid, ya que un crecimiento del 0,4% no cubre ni siquiera la inflación prevista.

Esta congelación del gasto, sin embargo, tiene especial gravedad porque no se produce en un contexto general e austeridad presupuestaria, ya que el aumento medio del gasto del Estado en las regiones es del 15,5%. José Luis Rodríguez Zapatero ha gastado en su legislatura el superávit logrado en los ocho años de Gobierno de José María Aznar, que a su vez heredó del mismo Solbes en 1996 una situación cercana a la quiebra técnica. Solbes y Zapatero gastan, pero lo hacen olvidándose de algunas regiones, y en especial de Madrid.

El problema que estos Presupuestos ponen descarnadamente sobre la mesa es doble. Por una parte, el Gobierno emplea el gasto público como ariete en su próxima contienda electoral; por otro, satisface las exigencias de las regiones que han tratado de imponer desde sus nuevos Estatuto de autonomía los criterios de gasto del Estado, que no por casualidad son las regiones en las que Zapatero obtuvo su exigua victoria de marzo de 2004 y el único lugar donde puede revalidarla cuatro años después.

Zapatero tiene la obligación política de satisfacer las necesidades generales del país, mientras sea presidente. Sin embargo, para seguir siéndolo después de las elecciones prefiere ahora dar satisfacción a las demandas de sus más fieles votos cautivos, en lugar de cumplir con su deber. Si se hubiese seguido en el caso de Madrid el criterio empleado en Andalucía, es decir el porcentaje de la población nacional y su aumento, la región capitalina habría tenido que recibir un aumento de financiación muy por encima de la media; y si se hubiese aplicado el criterio de Cataluña -el porcentaje del PIB español- también Madrid se habría visto beneficiada. Sin embargo no ha sido así, y sólo los caladeros electorales de Zapatero, Andalucía y Cataluña, han recibido un trato privilegiado que el presidente tendrá que explicar en las Cortes y ante los ciudadanos.

La raíz del problema esta en los Estatutos de Autonomía que Zapatero quiso aprobar en Andalucía y en Cataluña, por ejemplo. Al dar por buenos, a la vez, dos criterios diferentes y contradictorios en la financiación autonómica, el PSOE buscó llegar a esta situación ahora ya insalvable. Es seguramente indeseable que los estatutos regionales obliguen al Gobierno a gastar unas cantidades determinadas en las distintas comunidades, ya que eso no garantiza el interés general de los españoles, y genera injusticias como la que padece Madrid. Estos Presupuestos no responden a las necesidades del país ni a las peticiones de la gente, y además anuncian la intención socialista de subordinar la vertebración de España a sus intereses de partido y a los de algunas regiones.

Por Pascual Tamburri Bariain, 26 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.