Los socios republicanos de Zapatero cargan contra el Rey

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

La Entesa Catalana de Progrés, el grupo resultante en el Senado de la coalición de PSC, ERC e ICV-EU, presentó una enmienda parcial al proyecto de la Ley de la Carrera Militar para que el presidente del Gobierno, en este caso José Luis Rodríguez Zapatero, ostente el mando supremo de las Fuerzas Armadas en vez del Rey. La iniciativa suscitó el natural revuelo, ya que implicaba a los socialistas en la campaña antimonárquica desatada en las últimas semanas. Ayer mismo, por otra parte, se supo que el grupo municipal del PSOE en Humilladero (Málaga) ha votado la adhesión del Ayuntamiento a la Comisión Promotora de Ayuntamientos por la III República, pidiendo el fin de la monarquía; otros concejales socialistas habían hecho lo mismo en otros lugares.

¿Puede el PSOE enfrentarse a las instituciones en cuyo nombre ahora mismo gobierna España? Sería insólito y rápidamente la dirección federal socialista se ha apresurado a evitar el escándalo. Por una parte, en el Senado, la dirección de Entesa explicó que las enmiendas a la Ley de la Carrera Militar relativas al Rey «son responsabilidad exclusiva de Esquerra Republicana de Catalunya». Por otra, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha insistido en dejar claro, frente a sus concejales y afiliados de Humilladero, que «esa no es la posición del Partido Socialista, ni del federal ni del regional», y ha amenazado a los afectados con un expediente disciplinario.

Estas rectificaciones y aclaraciones no solucionan el problema fundamental: Zapatero ha gobernado España durante tres años apoyado en partidos contrarios al ordenamiento constitucional. Partidos que, como ERC, no sólo trabajan abiertamente para romper la unidad nacional, sino que fomentan sin pudor la violación de la ley al destruir símbolos como la bandera o los retratos del Jefe del Estado. Opiniones como las sostenidas por ERC no son ilegales, pero sí lo es mucho de lo que en los últimos tiempos se ha hecho contra la nación, soberana, y contra su actual forma de Estado.

No es sólo la relación entre PSOE y ERC la que queda en evidencia. Del mismo modo, muchos municipios y algunas comunidades autónomas son gobernadas por los partidarios de Zapatero en alianza con quienes violan la ley o fomentan su violación; y resulta evidente que la alianza con el PSOE, que ostenta la presidencia del Gobierno, refuerza a esos partidos anticonstitucionales, y en todo caso antimonárquicos, y da credibilidad y relevancia a sus iniciativas contra el Rey.

España vive un curioso experimento de doblez política. Por una parte, Zapatero y el PSOE ocupan porciones de poder superiores a su peso electoral porque mantienen una alianza con los republicanos de distinto signo. Y esos republicanos no se privan de atacar a la Corona con creciente virulencia. Al mismo tiempo, sin embargo, el PSOE y el Gobierno se quieren presentar como los mayores defensores de don Juan Carlos, según declaraciones de ayer de, por ejemplo, el ministro de Defensa José Antonio Alonso. Ante semejante contradicción, nadie puede sorprenderse de que el PP haya pedido un adelanto de elecciones generales porque el PSOE ya «no garantiza la estabilidad institucional». Las cosas son así.

Por Pascual Tamburri Bariain, 28 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.