Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.
Se ha puesto de moda hablar de las listas electorales para marzo de 2008, y en especial de los rifirrafes dentro del PP. La verdad, yo veo más preocupados a los profesionales de la urna (como Eduardo Zaplana, sin ánimo de ofender) que a los que pueden vivir mucho mejor, en el momento que quieran, dejando ese lodazal infecto en el que hoza Zapatero. Mariano Rajoy, por ejemplo, pierde dinero estando donde está.
En todas partes cuecen habas, y cuanto más pequeña es la charca más agresivos son los patos. El enemigo de los profesionales es, ante todo, el que circula por la vida pública o su periferia sin ánimo de lucro y pudiendo vivir de lo suyo y de su oficio. Les diría que va a llegar el día en el que esa generosidad sea objeto de sospecha y de acusación. Pero no, amigos míos, es que ya ha llegado, o al menos ya se han oído en Pamplona una serie de comentarios muy graciosos al respecto. Comentarios entre los PPP (Proyectos de Político Pesebrero), por supuesto, que sólo realzan la categoría de los criticados. Gracias, chicos.
No sé dónde situar -entre los PPP, las víctimas o los neutrales en caso de haberlos- a Santiago Cervera. Escribe bien, lo que no es pequeña ventaja porque pertenece a la última generación de políticos capaz de hacerlo sin faltas de ortografía (lo que viene detrás es indescriptible). En 2004 ya perdió una elección interna frente a Javier Pomés, pero los tiempos han cambiado: lo que allí afloró fue un malestar interno, por un lado, y una rivalidad por el cargo, por otro: ninguna diferencia de fondo entre las dos personas, estilo aparte. Pomés ya está en Estrasburgo, y Diario de Navarra quiere a Cervera en Madrid. ¿Y UPN? UPN aún no ha dicho nada, y además el modo de hacer las listas ha cambiado también.
Tal vez el Diario tenga razón y su colaborador merezca el escaño. Tal vez no sea ni el único ni el mejor, tal vez la gente quiera otra cosa, o quizás Miguel Sanz y Alberto catalán tengan otras ideas. Quizás deba ser escuchado Jaime Ignacio del Burgo, y en todo caso Carlos Salvador merece un respeto. No lo sé; lo único seguro es que este debate no debía abrirse ahora, y debía ser un debate de partido y no de intereses banderizos, mediáticos o empresariales. En los próximos días -ventajas de ser en parte eso que en el curso bajo del río Sadar llaman con pretendida sorna y efectivo resentimiento ptv- prometo recordar aquí un episodio del pasado que puede ayudar a quien deba tomar la decisión. «Memoria histórica», dicen.
Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de septiembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.