Politización del euskera: Juan Cruz Alli comparte las culpas del PSOE

Por Pascual Tamburri Bariain, 13 de octubre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

En 2005, la organización abertzale Elkarri recabó las opiniones y recuerdos de dos líderes políticos navarros (http://www.elkarri.org/argitalpenak/aldizkariak/object.php?o=2186&p=/aldizkari/revista.3.php). Vicente Ripa, que fue candidato al Congreso de los Diputados en 2005 y hoy permanece como delegado del Gobierno en Navarra, se unió a Juan Cruz Alli -candidato de UPN en los 90, enemigo de UPN después y hoy aliado de confianza de Miguel Sanz- para rememorar algunos datos que hoy son especialmente polémicos. Hagamos justicia: demos a cada cual lo suyo (en sus propias palabras) .

Alli recuerda que la «Ley del Euskera fue una norma impulsada por el PSN con Gabriel Urralburu». Gran verdad, que sólo quien considere positiva la evolución de estos años podrá aplaudir. La aplaude, desde luego, Ripa, para quien «gracias a esta Ley, el euskera tiene una presencia en la enseñanza, en la administración y en la sociedad como nunca antes la había tenido». Muy cierto: jamás; otra cosa es a qué precio y por qué razones políticas. Un único matiz para el catedrático Ripa: es impropio que un profesor de Historia diga que «sólo tal vez en la Edad Media la presencia del euskera fue mayor», a menos que ignore cuál es el volumen de documentación escrita en vascuence que conservamos, como testimonio de qué lengua se ha empleado para gobernar Navarra, hasta que llegaron Urralburu y Alli, claro.

Alli, en primera persona, porque se enorgullece de haber protagonizado «todo un desarrollo reglamentario desde el punto de vista más abierto» de la Ley del Euskera. Qué bien: así no tenemos ninguna duda de las responsabilidades en «la lectura más amplia que cabía en el espacio de la Ley delimitando las zonas vascófona, mixta y no vascófona». Una interesante confesión de parte: Alli reconoce que la Ley no obligaba más que a definir una zona vascófona y otra no vascófona, pero ni la extensión ni el contenido de la primera ni la existencia de la malhadada zona mixta se debe más que a la voluntad reglamentaria de un Gobierno. El de Alli, por cierto.

En su momento, según recuerda Alli pero no sólo, esa decisión política -del Ejecutivo, no del Legislativo- creó enormes tensiones en UPN. «Tuve en contra a la Comisión Ejecutiva y muy especialmente, entre otras personas, al entonces alcalde de Pamplona Alfredo Jaime, a Jaime Ignacio del Burgo, a Jesús Aizpún y a Rafael Gurrea. Aunque no a Miguel Sanz, que era el Consejero de Presidencia responsable en aquel momento de política lingüística». Esas tensiones, entre otras llevaron a UPN a la escisión; Alli demostró que UPN no puede asumir decisiones manifiestamente contrarias a la opinión de sus bases y a las causas de su fundación.

Pero Alli recuerda otra cosa importante, aún más importante porque él, a través de CDN, es uno de los aliados políticos que sostienen el actual Gobierno. Un Gobierno que, si tuvo la capacidad de aprobar un desarrollo reglamentario que no gustó a la mayoría de UPN, conserva la capacidad de modificar por la misma vía la aplicación de una Ley que, efectivamente, no se puede cambiar sin una mayoría parlamentaria. Una Ley que procede de época de Urralburu y cuyos efectos prácticos vamos palpando plenamente sólo décadas después.

Por Pascual Tamburri Bariain, 13 de octubre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.