Por Pascual Tamburri Bariain, 23 de noviembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.
Andan organizando algunos partícipes habituales de esta columna -si fa per dire: si fuese columna, en su quinta acepción, ya lo habrían notado ustedes- una comida o cena. Me parece bien, es más, muy bien: ya que el progre Pedrojota se ha quitado el disfraz de hombre de derechas (peor para quien le haya creído antes), ya que la derecha política anda dudando entre los cantos de sirena del poder y el dinero y el clamor de la derecha social, bien está que nos conozcamos quienes creemos que ésta debe tener su voz.
Démosle, pues, voz. Dénsela ustedes, que nos hacen la cortesía de leernos. Pateen este sábado las calles de Madrid, porque aunque junto a las víctimas de ETA UPN esté a medias, aunque El Mundo ilustrado y progresista sirva de escándalo para quienes creyeron encontrar en él lo que no es y de modelo para quienes quieren hacer de Diario de Navarra lo que la derecha navarra jamás ha sido, ustedes tienen razón. Será un honor conocer en persona a los bloggeros de esta casa.
Ahora bien, por vicio profesional voy a ponerles a ustedes deberes. Cuando sea ese encuentro gastronómico podríamos entre todos traer hechas dos tareas, del máximo interés para conocernos y de la máxima importancia para que demos la palabra a quienes se les está quitando con pequeños engaños y grandes negocios.
Primera tarea: rendir homenaje a Diario de Navarra
Álvaro Bañón Irujo, presidente de la sociedad propietaria del primer periódico navarro en papel, ha dicho al presentar la nueva cara del Diario que éste va a ser «Distinto e idéntico», insistiendo -excusatio non petita- en que «permanece fiel a sus principios», afirmando la continuidad entre sus estatutos, «las primeras palabras que se imprimieron» y su actual posición editorial. Vale: y mientras el mal menor (el «entendimiento entre los grandes partidos constitucionalistas de Navarra») nos lleva a recordar nada menos que con nostalgia «los años 80 y gran parte de los 90», es decir los del mangoneo socialista, el avance multilateral de las corruptelas y la cesión a largo plazo a abertzales y extrema izquierda (en temas sociales y educativos, por ejemplo). Magnífico.
Pues vamos a hacer caso al señor presidente: queridos amigos, os ruego que busquéis en los más de cien años de Diario ejemplos de defensa de los principios navarros y españoles, incluso (y especialmente) si esa defensa no sería hoy compartida por la dirección de La Información. Cuando reunáis algunos ejemplos jugosos, fácilmente a través de su estupenda Hemeroteca Centenaria y pensando en algunas fechas divertidas (1923, 1931, 1936, 1937, 1940, 1952, 1973, 1978), haremos aquí todos juntos un homenaje a Diario de Navarra. A lo que fue y a lo que, según dice, quiere seguir siendo.
Segunda tarea: empezar un análisis de nuestra clase política
Navarra no sería como es, desde luego, sin Diario de Navarra. En La Semana Navarra, suplemento del domingo 18 de noviembre de 2007, en el reportaje «Hay vida después del Gobierno» se nos ofrecen datos sobre medio centenar de ex consejeros del Gobierno de Navarra, sobre sus ocupaciones tras la política en particular. Ciertamente, considerando la confidencialidad de los datos, la información es incompleta, porque nada se dice de patrimonios ni de ocupación de los consortes; ni tampoco de las vidas y aventuras de los segundos y terceros escalones de líderes de nuestra Navarra, parlamentarios, alcaldicos y directores generales por ejemplo.
Pero si alguno de los bloggeros se entretiene en comparar sólo la ocupación (real) anterior a la política y la ocupación (declarada) al salir de la poltrona, podremos contar los ascensos, las comisiones de servicio, el porcentaje de los colocados en sociedades públicas o en puestos de confianza, e incluso los estudios (los reales, los deseados y los declarados). Empezaremos, gracias al Diario, con los consejeros, y luego ya profundizaremos por otros lados: ya verán ustedes como esto da para entretener durante un tiempo a la derecha social navarra.
Si lo hacemos bien, esa comida o cena puede ser muy divertida; y si sobrevivimos a la risa y no nos sale demasiado escandaloso el resultado de ninguna de las dos tareas podremos hasta publicarlo. Gracias al Diario (que fue), por supuesto.
Por Pascual Tamburri Bariain, 23 de noviembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.