José Bono cruza de nuevo el Tajo porque Zapatero no puede solo

Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de noviembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

José Bono comunicó ayer que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le ha ofrecido encabezar la lista del PSOE al Congreso de los Diputados por Toledo en las elecciones generales de marzo de 2008. Bono hizo pública al mismo tiempo su aceptación, en presencia del secretario de Organización del PSOE, José Blanco. El presidente del Gobierno confirmó la noticia, y también hizo público que, en caso de ganar el PSOE las elecciones, Bono sería presidente de la Cámara Baja.

El Gobierno y el PSOE han utilizado la candidatura de Bono como parte de su estrategia de comunicación, ya que el goteo de anuncios de candidaturas destacadas garantiza al equipo de Zapatero un espacio adicional en los medios. En las últimas semanas, antes de Bono, se han conocido las candidaturas de María Teresa Fernández de la Vega, Pedro Solbes y Alfredo Pérez Rubalcaba, por ejemplo. De esta manera el PSOE trata de afrontar los dudosos resultados de las encuestas de intención de voto y de ocultar los malos datos para el Gobierno en asuntos que preocupan directamente a los españoles, como la marcha de las obras del AVE o la situación de la economía.

Pero Bono no es un hombre fácil de utilizar. José Bono lo ha sido ya casi todo en la política española, incluyendo en su itinerario la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Defensa, de donde salió después de una gestión polémica y por voluntad de Zapatero, aunque en su momento se alegaron razones personales. Bono sabe jugar sus cartas y elegir su momento.

Zapatero necesita a Bono, a pesar de haberlo apartado de su Gobierno en medio de polémicas con los militares y después de episodios como la retirada de Irak, la investigación del accidente del Yak-42 que precisamente en estos días los Tribunales acaban de archivar y la cancelación del lema de la Academia de Suboficiales del Ejército de Tierra en Lérida. Bono, con su pasado, tiene un perfil moderado dentro del PSOE y se define a sí mismo como católico y como patriota español. Para un PSOE necesitado de votos, enfrentado en muchos asuntos con la Iglesia y aliado con los partidos soberanistas e independentistas los votos que podría aportar Bono son muy necesarios.

Pero Bono tiene razones personales para volver a la política, aparte de las necesidades de su partido. En las elecciones municipales de mayo de 2007, por ejemplo, Bono rechazó optar a la alcaldía de Madrid, porque sabía que el candidato del PP, Alberto Ruiz Gallardón, era con mucha diferencia el favorito, y que una derrota podría suponer el final definitivo de su carrera. Bono vuelve a la actividad en 2008 porque, en caso de gobernar Zapatero, podría optar a un puesto del más alto nivel que ahora deja vacante su amigo y correligionario Manuel Marín; y en caso de ser derrotado Zapatero por Mariano Rajoy, como las encuestas permiten pensar, Bono quedaría en una excelente posición para optar a la sucesión de Zapatero como líder del PSOE.

Zapatero está nervioso y sus políticas radicales de los últimos tiempos, en especial la alianza parlamentaria con Izquierda Unida y con los nacionalistas, le restan votos. Bono reaparece para paliar esa carencia, pero también para hacer su propia política.

Por Pascual Tamburri Bariain, 29 de noviembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.