Rajoy rechazará el canon de Zapatero, inflacionista y arbitrario

Por Pascual Tamburri Bariain, 18 de diciembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.

Los ministerios de Industria y Cultura hicieron público este martes su proyecto de concreción del llamado «canon digital». Si la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información es aprobada este jueves en el Pleno del Congreso de los Diputados, los españoles pagarán más dinero por cada DVD y CD, virgen o no, que compren. Además, se encarecerán los teléfonos móviles y los reproductores de audio portátiles, de MP3 y MP4, los discos duros, las unidades autónomas de almacenamiento, las memorias USB, las impresoras, los escáneres y las grabadoras de CD y DVD. Una noticia sin duda preocupante en un país que, entre otros graves problemas, afronta la inflación más alta de la Eurozona.

La paradoja radica en que el ministro de Economía, Pedro Solbes, recomienda austeridad a los ciudadanos, aconseja consumir carne de conejo por ser supuestamente más barata, desaconseja las propinas y duda de su conocimiento del euro, todo esto preocupado por una inflación que no ha sabido controlar a tiempo; y sin embargo aprueba sin pestañear una subida artificial en productos de uso cotidiano para la España joven y moderna de 2007. Sin duda el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendrá que explicar a los ciudadanos por qué van a pagar más si su proyecto de ley sale adelante.

El Gobierno de Zapatero se ha adelantado a la votación de la Ley en el Congreso y ha detallado el coste que supondrá el canon, impuesto por el Ejecutivo, ya que no hay acuerdo entre los fabricantes de los dispositivos digitales y los consumidores y usuarios y las sociedades de gestión de los derechos de autor, es decir la SGAE, por otro. Hay que agradecer a Solbes y a Zapatero su honestidad: así, al menos, cuando los diputados voten a favor o en contra de la Ley este jueves, la gente de a pie sabrá perfectamente cuánto le cuesta el canon.

Quien no tiene dudas es el líder del PP, Mariano Rajoy: «Votaremos exactamente lo mismo que votamos en el Senado», ha dicho, y eso implica que el PP dejará de nuevo solo al PSOE y bloqueará una norma que la mayoría de los ciudadanos no aprueba. La Sociedad General de Autores y sus terminales mediáticos ha ejercido una gran presión sobre los diputados del PP, hablando incluso de «aberración» si se rechaza el canon digital. Pedro Farré, director de Relaciones Corporativas de la SGAE ha definido como «vergonzoso» el planteamiento de Rajoy sobre el canon y ha advertido que el sector cultural «tomará buena nota de esa decisión».

El PP es un partido suficientemente maduro como para defender sus principios sin dejarse impresionar por ninguna coacción, y Rajoy , por su condición profesional de jurista y Registrador de la Propiedad, conoce bien la debilidad de los argumentos legales de Zapatero y Farré. Pero es que además la sociedad española es ampliamente consciente de la injusticia que entrañaría la aprobación del canon. Rubén Sánchez, portavoz de la Federación de Consumidores en Acción, ya ha pedido que «los partidos políticos asuman la voz de los ciudadanos en contra del canon». Para Sánchez, como para el PP de Rajoy ya sin dudas y como para una gran mayoría de españoles, el canon digital implica una presunción colectiva de culpabilidad y la recaudación de un tributo en beneficio de unos pocos privilegiados. Además, ahora es conocido el impacto que ese canon tendría en una nueva subida de precios, y todas las razones coinciden en desear que el Congreso impida la aprobación de una norma tan arbitraria como dañina.

Por Pascual Tamburri Bariain, 18 de diciembre de 2007.
Publicado en El Semanal Digital.