Miguel Sanz aprovecha una norma estatutaria para lanzar su campaña

Por Pascual Tamburri, 13 de febrero de 2008.

UPN es un gran partido, sin duda. Pero lo es a la medida de Navarra, y por consiguiente juega a una escala que los grandes partidos nacionales no pueden ni soñar. Unión del Pueblo Navarro celebra, por ejemplo, su Asamblea General Ordinaria todos los años y lo hace de verdad, intentando que todos sus afiliados asistan, disponiendo autobuses gratuitos para que puedan hacerlo e incluso dando (aunque menos que hace unos años) importantes competencias estatutarias a esa asamblea. Más de una vez he escuchado al secretario de Organización, el parlamentario Eradio Ezpeleta, presumir de que UPN es un partido tan democrático que parece asambleario. Y es verdad; uno no se imagina en cambio cómo podrían reunirse físicamente los casi 800.000 militantes del PP o cómo podrían debatir algo en persona.

Los Estatutos de UPN disponen que la Asamblea debe reunirse al menos una vez al año, y que en ella la dirección del Partido deberá presentar su memoria de actividades pasadas y proyecto de iniciativas futuras, y lo mismo con los presupuestos. El secretario general, Alberto Catalán, desarrolla año tras año esta tarea, y volverá a hacerlo este domingo a las 11 de la mañana en Pamplona. Pero estamos en las inmediatas vísperas de una campaña electoral decisiva, y la reunión de la Asamblea va a ser aprovechada por Miguel Sanz para marcar las grandes líneas de lo que a su juicio debe dirimirse en las urnas navarras el 9 de marrzo.

No es, por cierto, la primera vez que el presidente recurre a la Asamblea como foro privilegiado para marcar a los afiliados metas políticas que él considera esenciales. La anterior Asamblea de UPN se reunió el 11 de marzo de 2007, al día siguiente de la multitudinaria manifestación que encabezó Mariano Rajoy en Madrid, con participación de UPN y con el «proceso de paz» de Zapatero en la mente de todos. Cuando Sanz habló en la anterior Asamblea aún resonaba el eco de aquel «no nos rendiremos nunca» de Rajoy que UPN y Navarra entera asumieron como un respaldo en nuestra hora más difícil. Y cuando Sanz se dirigió en aquella ocasión a sus afiliados estaba preparando ya la masiva manifestación de seis días después en Pamplona por la libertad de Navarra, sin el PSOE (que estaba negociado con ETA y no quiso venir) y con el PP. En aquella manifestación, no se olvide, Sanz se saltó el guión y rompió los nervios a algún asesor cuyo nombre se me ha olvidado al gritar, bajo la estatua de los Fueros y ante un mar de banderas nacionales, «¡Viva Navarra foral y española!».

Esto es la UPN que el domingo se reunirá para que Miguel Sanz presente su nuevo desafío político, la candidatura del 9 de marzo: es el partido que, a diferencia de la izquierda y de los abertzales, defiende que «Navarra es una realidad política inquebrantable que forma parte de una gran realidad nacional que es España«. Esa barrera existía hace un año y el presidente dará cuenta, para pedir el voto, de cómo ha sido defendida.

El domingo UPN empezará su precampaña también en cuanto a los nombres, entre los que lo más notable será la presencia de Santiago Cervera como cabeza de lista al Congreso, la ausencia de Jaime Ignacio del Burgo en el mismo puesto y la recuperación para la política de José Ignacio Palacios como candidato al Senado. De todo esto, con su estilo coloquial que tan fácilmente llega a la gente, hablará Sanz. Y una vez más los Estatutos habrán servido para repartir juego político más que para la monótona lectura de las cuentas anuales. Afortunadamente, como dicen los más viejos del lugar.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 13 de febrero de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/miguel-sanz-aprovecha-norma-estatutaria-para-lanzar-campana-79517.html