Mariano Rajoy tendrá distintos votos navarros al Congreso y al Senado

Por Pascual Tamburri, 15 de febrero de 2008.

El presidente navarro ha metido en la lista de PP-UPN al Senado a una ‘cara nueva’ exaltando los méritos de su padre. Aunque no sean los más adecuados para la memoria e identidad navarra.

Miguel Sanz nos lo ha dejado muy claro en sucesivas declaraciones, y es de prever que este domingo insista en esto en la Asamblea de UPN: María Caballero Martínez se presenta como candidata de PP-UPN al Senado porque «ha heredado el sentido político» de su padre y de su hermano. No es necesario pues entrar a valorar sus cualidades, méritos y capacidades: el voto a esta candidata depende de ese criterio que el presidente del Gobierno de Navarra y de UPN nos marcó ya el día en que la lista se hizo oficial.

Esto nos ahorra mucho trabajo y muchas reflexiones para ponderar los méritos y deméritos de una «cara nueva» que no es tal. El presidente nos ha dicho por qué ha sido presentada la candidatura de María Caballero, y qué hay que ver en ella en el momento de marcar las cruces en la papeleta color salmón del Senado, el próximo 9 de marzo.

Como es sabido, mientras que para el Congreso de los Diputados uno elige la papeleta blanca con la lista cerrada de un partido (en este caso la encabezada por los amigos Santiago Cervera y Carlos Salvador), para el Senado uno debe marcar los nombres de las personas que desee enviar a la Cámara Alta, que pueden ser de un partido, o de varios, y que pueden ser todos los que uno ha de marcar, o menos. Una candidatura prestigiosa al Senado puede casi alcanzar a una lista cerrada de partido, como fue el caso en 2004 de José Iribas, que logró 122.000 votos en Navarra mientras que los restantes candidatos al Senado consiguieron muchos menos, y muchísimos menos el único senador socialista elegido, Carlos Chivite. Un nombre atractivo presentado al Senado atrae más votos, mientras que los resta uno que no lo sea.

Así que cuando vayamos a votar al Senado tenemos que pensar en Tomás Caballero, padre de la candidata, asesinado por los abertzales a los que pocos años antes defendía. En sus actividades en la izquierda clerical en los años 70. En sus reacciones como concejal de Pamplona frente a (y no exactamente contra) los primeros atentados de ETA. En la ikurriña que su corporación por su voluntad colgó en el Ayuntamiento de la capital. Y también en la gestión de Javier Caballero como consejero del Gobierno. En eso quiere Miguel Sanz que pensemos al votar a María Caballero. Habrá que hacerle caso, siendo siempre conscientes de que la victoria de Mariano Rajoy en Navarra no depende de esas cruces de más (o de menos). Y también de que esa contabilidad afecta a la memoria y a la identidad de Navarra.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de febrero de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/mariano-rajoy-tendra-distintos-votos-navarros-congreso-senado-79607.html