Política profesional: no todo vale la pena

Por Pascual Tamburri, 31 de marzo de 2008.

Ha muerto, tras un mes de agonía, el senador Carlos Chivite. Secretario general del PSOE navarro, salido de Cintruénigo y consolidado en la política foral como un referente inevitable en los últimos años. Sin embargo su carrera política ha quedado truncada, en uno de los momentos más difíciles y justo en puertas de una victoria moral que no llegó a conocer. Una insostenible tensión ha contribuido de modo determinante a su ictus. STTL.

¿Vale la pena ser político, a cualquier precio? Cada uno tendrá su respuesta y tomará sus decisiones, pero yo aconsejaría a cualquier joven que quiera ganarse la vida así, y a muchos maduros que lo hacen y pretenden seguirlo haciendo, que se fijen en Carlos Chivite, de quien hoy leeremos todos los elogios posibles, pero que ha dejado la vida en el empeño.

Ser político, al servicio de los que uno considere nobles ideales, es una tarea egregia. Pero puede convertirse en tormento en determinadas circunstancias y en ésas, precisamente, es necesario tener una alternativa. Tragar con carros y carretas, arriesgar la vida y la salud, es una opción digna, pero quizás el mérito sea mayor y los riesgos menores si uno se arriesga pudiendo evitarlos, consciente de su sacrificio pero a la vez teniendo alternativas vitales legítimas y aceptables. Llevar el riesgo, la tensión y el peligro hasta el extremo es algo que muchos héroes grandes y pequeños han hecho a lo largo de la historia. Pero antes de recorrer ese camino quizás convenga valorar las propias fuerzas, y demostrar que uno es capaz de construir fuera del servicio público una vida sin esos peligros.

Hoy Chivite es bueno para todos. Pero muchos de los que lo lloran en público han contribuido a una situación de acoso que, en los meses anteriores a su muerte, fue de una dureza insólita. Hoy Chivite es bueno para sus enemigos dentro de su partido y para sus potenciales y frustrados socios en la galaxia radical y abertzale. Quizás, curiosamente, de donde menos tensión le haya llegado sea de UPN. Y esa tensión, esa presión, aquellos desprecios infamantes –que hoy nadie recuerda- contribuyó a su accidente, no sabemos en qué medida pero sin duda.

Hace muy pocos días dí a un muy joven y brillante amigo, que va a despuntar en la política navarra, un consejo que hoy reitero: construye una vida fuera de la política antes de la política, para ser libre dentro de ella, para poder salir con dignidad cuando quieras, para no quedar encadenado a una sigla o a un sillón y tener que aguantar lo que venga por no tener (por ti mismo y sin valerte de tu posición política) una retirada aceptable. Espero que mi joven amigo llegue lejos después de hacerme caso en esto, para no verse en una situación despreciable y vergonzosa como la que más de una vez vemos en los jóvenes encumbrados sin méritos propios, acá y acullá, y para no llegar a una situación como la de Chivite sin poderse liberar. Porque no todo vale la pena, ni todo proyecto político merece ser servido hasta la muerte, y menos así. Descanse en paz.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 31 de marzo de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/politica-profesional-todo-vale-pena-81386.html