Por Pascual Tamburri, 15 de junio de 2008.
Imaginen ustedes la escena: un acto de homenaje a las víctimas del genocidio de Paracuellos del Jarama organizado en un aula de las Cortes. Familiares, supervivientes y allegados recibiendo el respeto de las más altas instituciones del estado, en nombre de la reconciliación nacional o de la memoria colectiva. Representantes de la Iglesia en atención a los miles de católicos que en aquellos años murieron por serlo. Representantes también de los pequeños partidos franquistas o falangistas, respetados por su legado histórico ya que no por sus propuestas políticas. José Bono, presidente del Congreso, recibiéndolos y tolerando –con queja sólo formal- la ostentación de símbolos legalmente no vigentes.
¿Se lo pueden ustedes imaginar? Sospecho que no: ni este PP lo propondría ni la izquierda lo consentiría. Y los medios de comunicación, incluso los pretendidamente centrados, no harían otra cosa que escandalizarse. Rodarían cabezas sólo si alguien lo propusiese.
Y sin embargo ha sucedido, en nombre de la memoria zapaterista. El Congreso ha sido escenario de un acto reivindicativo del régimen republicano. José Bono recibió a sedicentes presos y represaliados del franquismo, que en la Carrera de San Jerónimo profirieron gritos de «¡Viva la República!» y uno de los presentes se paseó por allí con una bandera del régimen liberticida de 1931. Bono, pacato y curil siempre, dijo no poder «aceptar manifestaciones que no son legales en este momento» y se escondió después de las cámaras.
Si nos ponemos quisquillosos, esa bandera tricolor es estrictamente anticonstitucional (ya que no es la descrita en la Constitución), lo que no puede decirse de la franquista (puesto que el escudo no se recoge en la Carta Magna y de hecho en 1978 y sucesivos se usó el escudo franquista como emblema constitucional). Ya les daré a ustedes la dirección de un profesor de religión experto en la materia. Lo de las Cortes no fue sino la enésima payasada de esta segunda Transición. Lo grave no es que suceda, sino que un pelota redomado de La Zarzuela, como es Bono, lo ha tolerado. Y que el PP se calla, claro, pero es otro asunto. Pero el PSOE no ha impedido que esa gente se pase su Constitución por donde yo les cuente: así vienen los tiempos.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de junio de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/simbolos-anticonstitucionales-promovidos-psoe-84315.html