Por Pascual Tamburri, 22 de agosto de 2008.
Jorge Esparza es un líder juvenil de UPN en el que sí se cumplen las esperanzas de renovación del centroderecha. No es el único, pero no es la norma. Sanz, como Rajoy, debe decidir.
El centroderecha lleva todo el verano reprochando a Zapatero, con razón, que ha negado una crisis económica evidente para todos. Pero el arma tiene un dos filos: el PP y su entorno están en una innegable encrucijada política, y aunque puede discutirse desde cuándo y porqué es innegable la situación al menos desde las elecciones de 2007 y 2008. Del mismo modo que Zapatero tendrá que tomar medidas económicas serias en el curso que empieza, el presidente navarro Miguel Sanz afronta unos meses complicados y decisivos.
Sin embargo, aún es verano, hasta que a comienzos de septiembre empiece el duro despertar. Y en verano en Navarra se hace poca política, y en general pocos negocios. Navarra en verano es tierra de fiestas, y del 23 al 30 de agosto es el turno de Marcilla. Que curiosamente nos da pie para una de las respuestas que el presidente necesita.
Un currículum impecable…
Jorge Esparza Garrido, concejal de UPN, lanzará el cohete del Comenzón, con el que darán comienzo las fiestas de Marcilla, en la Ribera de Navarra. Esparza, de 23 años y el más joven de la corporación (va a ser el marcillés más joven que lanza el cohete), fue cabeza de lista de UPN en las municipales de 2007 y contra todo pronóstico las ganó. No es alcalde como resultado de la Ley electoral, pero este joven licenciado en Comunicación trabaja como asistente parlamentario de UPN a pesar de tener abiertas otras salidas laborales, y ha llegado a la política para quedarse.
No es un político profesional, ya que tiene su oficio y en cualquier momento puede prescindir de sus cargos institucionales y de partido para ganarse la vida. No todos pueden decir lo mismo. Tampoco es un hombre sin convicciones, porque llegó a la militancia en UPN y a la candidatura electoral a partir de firmes principios personales a los que no ha renunciado. En un tiempo de crisis, es decir de cambios, cuando todos hablan de renovación y nadie sabe hacia dónde mirar, Esparza es un ejemplo de lo que tiene de bueno la política joven del centroderecha navarro. No es el único, pero no es la norma invariable.
… para responder a una situación crítica
El siempre sabio J. J. Uranga, Ollarra, explicaba con acierto el pasado domingo que la renovación de UPN, aunque cuente con la baza de Yolanda Barcina, debe basarse en una renovación valiente de equipos. UPN tendrá en 2009 una renovación democrática interna con la anunciada retirada de Miguel Sanz, pero es evidente para los que vamos a participar en el proceso que éste será complejo.
En tiempo de crisis no se trata sólo de elegir un nombre para la presidencia del partido y la candidatura a la presidencia (¿uno solo? Recordemos cómo funcionaban las cosas entre Jesús Aizpún y Miguel Sanz). Para empezar, podrá haber más de uno, ya que la gestión burocrática de la democracia interna no es ni eterna ni infalible. Pero es que además ese hombre o mujer necesitarán a su alrededor un equipo nuevo.
Luis Miguez, refiriéndose al PP en Galicia , ha puesto nombre y fecha a algunos de los problemas que también se plantean en Navarra. En Galicia el «sector de la boina» creyó que todo se resolvía con las relaciones de patronato, una obra aquí, un favor allá, sin darse cuenta de que vivimos en una sociedad moderna y de que, en caso de perder el poder, se pierden también los mecanismos de patronato y las amistades, medios de comunicación, empresarios y votos derivados de esa posición. En Galicia, en segundo lugar, se retrasó no sólo la sustitución de presidente sino sobre todo la renovación, rejuvenecimiento y clarificación de los segundos y terceros escalones, lo que llevó por un lado a la patrimonialización de los cargos y por otro a la profesionalización de la política en manos siempre conocidas pero cada vez menos capacitadas, menos conscientes de los principios del partido y más tentadas por las comodidades de la rutina diaria. Con el consiguiente alejamiento de las personas capaces y de derechas sistemáticamente postergadas. En Galicia, en fin, las elecciones de 2009 (europeas en Navarra) van a marcar un punto de inflexión.
Ollarra ha dado voz navarra a un fenómeno que Miguez ha explicado más ampliamente. Sanz hoy y quizás Barcina mañana tienen que hacer mucho más que una asamblea: tienen que romper con muchas rutinas que pueden ser suicidas. Hay personas que (tengan la edad que tengan) carecen de los méritos, las capacidades, las convicciones y la independencia material e intelectual hoy exigibles. En cambio Jorge Esparza, entre otros, es un modelo de cómo pueden hacerse las cosas bien, a medio y a largo plazo. Es un ejemplo de esperanza, pero aparentemente no la norma, o al menos no una norma sin muchas, evidentes y lamentables excepciones. Cuando pasen las fiestas será hora de invertir las tornas, y de que la feliz excepción pase a ser norma. Por Navarra y por España, por supuesto.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 22 de agosto de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/empieza-renovacion-derecha-crisis-puede-salir–86517.html