Zapatero el afrancesado y «lo que tú quieras» de Bayona a Washington

Por Pascual Tamburri, 15 de noviembre de 2008.

Desde 1808 no teníamos un Gobierno tan sumiso a Francia. Sarkozy no es Napoleón, pero Zapatero no es mejor que Fernando VII. Washington sustituye a Bayona y España, una vez más, se regala.

Los críticos con José Luis Rodríguez Zapatero llevan unas semanas sugiriendo que España «está en venta» a cambio de una silla en el G-20 de Washington. Grave error, porque Zapatero ha pagado mucho y ha prometido todo a cambio de nada (o de una fotografía). Y eso en español, antes castellano, no se llama venta, sino regalo.

Zapatero no es un traidor. No se traiciona a sí mismo, porque su política es la que siempre ha sido (la de la rendición exterior a cambio de la prepotencia interior, y empezó en Irak). No traiciona las más nobles tradiciones de la dinastía felizmente reinante, porque los actos de sumisión a Francia y de adulación rastrera a sus líderes unen a Carlos IV, a la reina María Luisa, a Fernando VII, al infante don Carlos, a Zapatero-Godoy y a todos quienes le apoyan en esto. Sarkozy, napoleónicamente, dudará entre reírse de ellos y simplemente despreciarlos.

Zapatero agradeció -como señaló El Semanal Digital– ya antes de viajar al presidente francés y al estadounidense, George W. Bush, el haber permitido que España estuviese en la reunión del G-20. Según él habrían «querido comportarse como amigos de España».

Si eso es amistad que nos digan cómo ser enemigos de alguien. España ha ido de prestado, poniéndose a la altura de Holanda y de la República Checa, suplicando el amparo de Sarkozy, ofreciendo cualquier precio que hubiese que pagar y, además, sin bandera. Francia hace así suya la bandera europea y la sumisión de España y se cobrará su precio.

Ahora mismo en Europa occidental hay tres países que han acudido por derecho propio (Gran Bretaña, Alemania e Italia), un cuarto que lo ha hecho además a la cabeza de sus vasallos (Francia) y, por último, quienes aceptan ese vasallaje (como Zapatero) y quienes dignamente lo rechazan, prefiriendo no estar (como Polonia). Y no hay más.

La España sumisa de Zapatero y de los viejos Borbones

Dicen que Sarkozy «ha sabido reconocer la realidad de España». Será verdad. Pero si es verdad eso quiere decir que estamos exactamente donde estábamos hace dos siglos y algunos meses: rendidos en manos de nuestro poderoso «amigo» francés, y dispuestos a concederle casi todo (ayer la Corona, hoy Repsol) a cambio de su intervención en cuestiones de política interior.

Porque Zapatero ha ido a Washingon como los despreciables Borbones de 1808 fueron a Bayona: supeditando el interés y la dignidad de la nación a sus juegos políticos interiores. Fernando VII quería el apoyo de Napoleón para su golpe de Estado, y no regateó nada al poderoso francés. Zapatero quería una foto en Washington para sus fines propagandísticos. Ya la tiene. Ahora queda pagarla: y creo que Mariano Rajoy debería subrayar que, aunque estar en Washington sea bueno, no cualquier precio es asumible. Hace dos siglos estas cosas terminaron muy mal. Pero también hubo Borbones deleznables y afrancesados sumisos. Unos por sus ideas y otros por su conveniencia, y todos contra el pueblo español.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 15 de noviembre de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/zapatero-afrancesado-quieras-bayona-washington-89730.html