Por Pascual Tamburri, 26 de noviembre de 2008.
El alcalde de Madrid invita al alcalde de Roma. Gallardón y Alemanno, juntos, muestran el pluralismo y la fuerza del centroderecha europeo. Para terror de la izquierda, pero no sólo.
Gianni Alemanno ha sido presentado en Madrid por Alberto Ruiz-Gallardón, juntos han atendido a la prensa y juntos han expuesto sus ideas para el futuro. Después, Gallardón ha entregado al alcalde de Roma las llaves de oro de la capital. Es algo más que cortesía: es una demostración de fuerza y una alianza estratégica no sólo entre dos ciudades, sino también y sobre todo entre dos líderes que tienen mucho que decir sobre el futuro de la derecha europea.
No se podrá acusar de sectarismo al Fórum Nueva Economía de Madrid. La semana pasada, en plena crisis navarra, el invitado de honor era Jordi Pujol, referente junto a CiU para algunos de los dirigentes de UPN frente al PP. El miércoles 26 el invitado –el alcalde de Roma, Gianni Alemanno– ha tenido más categoría personal e institucional, pero curiosamente el acto careció en este segundo caso del patrocinio de la Caja de Ahorros de Navarra. Puestos a elegir entre la ciudad más universal y la política más particularista algunos no dudan. Tampoco lo hace el alcalde de Madrid, pues Gallardón ha recibido con todos los honores a su colega italiano.
Una derecha de principios, sin complejos pero sin tabúes
Alemanno es un hombre nacido y crecido en la derecha italiana. Se podrá opinar libremente sobre ella, pero actualmente el PP está en la oposición y la coalición de Silvio Berlusconi y Gianfranco Fini gobierna con una mayoría que ni siquiera José María Aznar alcanzó. No por casualidad Aznar es invitado habitual tanto de Roma como de Alleanza Nazionale, el partido de Alemanno.
Como Gallardón, Alemanno no defrauda a su público, pero tampoco se deja atar por etiquetas fáciles, nostálgicas o simplemente maniqueas. Su candidatura venció en Roma prometiendo orden, legalidad y control de la inmigración. En sólo unos meses de gestión, como explicó en Madrid ante Gallardón, Roma ha reducido en un 30 por ciento la criminalidad y ha aprobado una norma municipal que prohíbe la prostitución en las calles de la Ciudad eterna. Frente a las bandas de criminales y a los nuevos traficantes de esclavos, Alemanno ofrece firmeza. Y una idea clara: Roma, como Madrid, ha de ser una capital segura y justa, pues «solidaridad y legalidad no se pueden separar porque no queremos ver crecer favelas en nuestra periferia como ocurre en América Latina». No se trata de simple populismo, ya que según él «somos la capital del catolicismo y queremos que esto se refleje» también en las políticas.
Gallardón anunció varias iniciativas solidarias conjuntas entre las dos capitales, ante los problemas comunes y para pesar más en Europa. Alemanno explicó que «sólo con una relación fuerte y cooperación entre el norte y el sur de Europa podremos superar estas crisis». En lo municipal, el apoyo de Roma podría ser decisivo para las futuras Olimpiadas de Madrid, mientras que la capital italiana espera convertirse en centro de encuentro europeo y mediterráneo, con su iniciativa «Roma, capital de Europa» .
Alemanno y Gallardón asumen la globalización como un hecho, pero también como una oportunidad compartida. Para el italiano, «ésta no es una crisis solamente financiera, también es social y medioambiental», y la salida debería implicar «que se entienda la posibilidad de mirar hacia el sur como una posibilidad de desarrollo. Así nos enfrentaremos mejor a las crisis que se derivan de la globalización, como la que nos ocupa ahora».
Políticos a largo plazo
«Los pueblos europeos –y en particular los italianos- deben dejar de sentirse viejos y superados, sólo pendientes de ´las lecciones´ que vienen del extremo occidente o del extremo oriente. Se es viejo si nos lamentamos mirando al pasado, pero también si se pierde la esperanza y se cede a la homologación. Se es nuevo y victorioso si se asume el riesgo de expresar la propia identidad de modo creativo, abierto y dinámico. Esto, creo, vale tanto para Italia como para Alianza Nacional». La opinión esperanzada de Gianni Alemanno, ¿no valdría también como apostilla «gallardonista» a las dudas existenciales del PP?
Estos no son tiempos de apologías ni de marcha atrás. Quien cree en los valores por los cuales ha luchado de buena fe desde la primera juventud transforma la propia fe en acción, en capacidad de acción hacia el futuro. Al final, transversalmente a los partidos y más cuando éstos son tan plurales como las derechas española e italiana, se trata de ir al pueblo y de buscar en él las razones para vencer y convencer. Alemanno y Gallardón, juntos, tienen pocos límites ante ellos.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 26 de noviembre de 2008, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/gallardon-alemanno-ofrecen-madrid-futuro-para-europa-90166.html