Por Pascual Tamburri, 7 de enero de 2009.
Nieto de rey, hijo de proxeneta, marido de comunista: la versión italiana de Mira Quién Baila incluye al presunto heredero de la desprestigiada Corona, Manuel Filiberto de Saboya.
Manuel Filiberto de Saboya, hijo del príncipe de Nápoles Víctor Manuel y nieto del último rey de Italia, Humberto II, va a bailar en la televisión italiana. Ballando con le stelle es el Mira Quién Baila transalpino, y el heredero de los Saboya afirma que «tiene una familia a la que alimentar» y que sus razones para concursar son económicas.
Y es que desde 1943 no han venido muy bien dadas para los Saboya-Carignano, rama principal de la casa real de Italia, antes de Cerdeña, antes ducal de Saboya. El bisabuelo de Manuel Filiberto llevó al país a la guerra civil, la invasión extranjera y las matanzas internas. Su abuelo gestionó con guiños progres un poder precario, y perdió el trono en plebiscito tras reinar poco más de un mes. Su padre se exilió siendo un niño, en 1946, y no volvió a Italia hasta que en 2002 el Gobierno de Silvio Berlusconi modificó la aplicación de la Constitución. Si alguien esperaba un retorno digno quedó rápidamente decepcionado: en el verano de 2006, mientras el país entero celebraba el Campeonato del Mundo de Fútbol, Víctor Manuel (IV, en deseo) fue detenido acusado de proxenetismo y de corrupción.
El padre de Manuel Filiberto está en libertad con cargos y se ha reconocido adicto al sexo. La mujer de Manuel Filiberto, la actriz comunista francesa Clotilde Coureau, da pábulo a insistentes rumores de separación. Y mientras tanto el heredero de tanta gloria se va a ganar la vida … bailando.
Con semejante trayectoria se explica mejor el enfado del duque de Aosta, primo de Víctor Manuel y cabeza de la rama iniciada por el que fue rey de España, Amadeo I. Los Aosta han sido a lo largo de un siglo exactamente lo contrario que sus primos: han servido al país con prudencia y dignidad, han combatido en los frentes de batalla y han sabido sobrellevar sus problemas personales sin vivir de ellos. Se recordarán los puñetazos entre los dos primos con motivo de la boda de los Príncipes de Asturias. No era para menos, debió de pensar el duque.
Pese a este panorama aún quedan monárquicos en Italia. Pocos en verdad, y cada vez más escorados hacia los Aosta que hacia la rama bailarina, que ahora mismo centra su interés en la indemnización de 260 millones de euros que reclama al Estado por los daños morales supuestamente sufridos en el exilio. Si es poco probable que lleguen a cobrarlos menos aún lo es que jamás vuelvan a reinar. Claro que lo mismo y con no muy distintos argumentos se pensó en España hace unas décadas. Viva la república, ha debido de pensar el duque al ver a su primo bailar.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 7 de enero de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/viva-republica-viva-duque-dice–91545.html