Retos para Rajoy: cuando el huevo engorda a la sombra del fuero

Por Pascual Tamburri, 11 de enero de 2009.

Acusaciones de prevaricación y corrupción, defensas sorprendentes del progresismo de Zapatero: muchas cosas se unen para hacer del PP el garante de la identidad de los territorios forales.

El segundo domingo de enero, gélido en toda Navarra y neblinoso además en la Ribera, no ha sido de descanso hogareño para nuestros políticos. Actividades y declaraciones entrecruzados han empezado a definir el recorrido del año político 2009. Un año con sus retos, incluyendo unas elecciones europeas en junio y dos Congresos de la derecha antes de entonces. Un año con sus contradicciones y sus miedos, que como se ve no van a ser pocos. Ni pocas.

Los peligros del «patriotismo de partido»

El 17 de enero se está organizando una comida de apoyo y homenaje a Faustino León y, se entiende, a UPN. Bien está apoyar a los propios y a los cercanos. Mejor aún estará que a la comida del día 17 se llegue, quien llegue, con ideas muy claras sobre la farsa municipal de Cintruénigo, donde las acusaciones entrecruzadas son de lo más grave. UPN y PSOE son socios ahora amantísimos, pero capaces de reprocharse en público los enchufes, la corrupción y el desvío de fondos públicos. El homenaje al parlamentario León es una buena noticia para todos, porque, si se hace, significará que UPN está muy segura de sí misma y de lo que pueda flotar en la marisma cirbonera. Como no se haría un homenaje sin esa seguridad (sería un suicidio) y como quizás así se pase de una vez el enamoramiento contra natura entre los políticos que cobran gracias a los votos de la derecha y los izquierdistas que sólo de momento han pospuesto el «gobierno de progreso», miel sobre hojuelas.

Yolanda Barcina, ¿candidata de los «nuevos tipos de familia»?

He dicho contra natura y según lo escribo me arrepiento. Veo, escucho y leo a los líderes de las Juventudes Navarras de UPN, mis amigos el parlamentario Sergio Sayas y el concejal Fermín Alonso, y aprendo que ahora los jóvenes oficiales de UPN van a dedicar lo esencial de sus fuerzas a defender la igualdad entre los distintos tipos de familia. ¿Los jóvenes de 2009 viven angustiados por este problema? Gallardamente los jóvenes de UPN –éstos al menos- se atribuyen un papel de «transgresión y de vanguardia», con la meta evidente de «modernizar nuestro partido» y de «seguir dando pasos hacia el centro político».

Me parece una magnífica idea: es un reconocimiento público de que UPN está cambiando en los últimos meses, de que está dejando de ser lo que fue, y de que quiere ir donde no estaba; si ya hubiese sido de centro y sólo de centro, si ya hubiese sido moderna y progresista en el sentido zapaterino de los aplausos, la UPN no necesitaría esta vanguardia. Creo que Sayas y Alonso asumen con valentía una tarea difícil, y que además se lanzan a pescar en nuevos caladeros sin asegurar los viejos, cosa que siempre tiene que ser motivo de admiración hacia un político profesional, que al fin y al cabo siempre que cambia su perfil ideológico se juega el pan de sus hijos.

Sergio Sayas ha hecho más que eso, al manifestar su apoyo a la candidatura de la alcaldesa Yolanda Barcina para suceder a Miguel Sanz como presidente de UPN y candidato de este partido a la presidencia del Gobierno de Navarra. Yo no soy yo quién para opinar sobre el peso del apoyo de Sayas, ni sobre las cualidades políticas comparadas de mi amigo Alberto Catalán y de Yolanda Barcina. Ésta ha debido de leer las declaraciones de Sayas el mismo domingo cuando, acompañando al presidente Sanz, se ha detenido en Olite a oír Misa mayor camino de Ujué y de unas ricas migas de pastor. Habría sido interesante una mesa redonda con el presidente, la alcaldesa, el joven Sayas y el párroco oficiante, para debatir a la vez el sostén político de Sayas a Barcina y la opinión de unos, otras, la Iglesia y UPN sobre los «nuevos tipos de familia».

¿Y si todos abandonan la foralidad?

Ya que UPN tenía antes como eje de su existencia la foralidad navarra está bien recordar que el Fuero nace de, en, por y para la defensa de la fe cristiana en esta parte de España. No cabe en el Fuero, ni ciertamente en el Fuero Nuevo vigente, cuyos compiladores viven y pueden ser consultados, más que un tipo de familia. Estoy convencido de que esos otros tipos, y quizás también las nuevas prácticas municipales acuñadas en Cintruénigo, sí pueden caber en cierta lectura de la Constitución de 1978; pero no en la foralidad navarra como tal. Es legal quedarse con el nombre del fuero y vaciarlo de contenido. Puede ser que incluso sea bueno, o necesario, o inevitable. Pero no podremos quejarnos después si los caballeros del PNV (gente educada y para nada necia) y Patxi Zabaleta repiten lo que ya han dicho muchas veces: «nosotros, los independentistas, somos más autonomistas y defendemos más el fuero que los de UPN». Antes les hacía falta apelar al Acta de Afirmación Foral de Navarra de 1978; ahora les puede bastar con citar los dichos, hechos y hazañas de algunos representantes de la coalición UPN-PSOE.

¿Qué se interpone entre los abertzales y la plena posesión del fuero? No el PSOE, aforal de nacimiento; no UPN si va en esta dirección. Sólo el PP de Mariano Rajoy, que tendrá ahora que decir por qué sigue estando donde algunos dirigentes de UPN no se atreven ya a estar.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 11 de enero de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/retos-para-rajoy-cuando-huevo-engorda-sombra-fuero-91708.html