Por Pascual Tamburri, 13 de enero de 2009.
Zapatero ha sorprendido con un plan para la crisis que antes negaba. Pero el presidente navarro, pese a ser su aliado político, se le anticipó y fichó primero a algunos de sus ‘expertos’.
La gran noticia del día (probablemente no dure mucho más que eso) es que José Luis Rodríguez Zapatero tiene un plan contra la crisis económica. Tengamos presente que hace exactamente un año, cuando los indicadores de fondo no sólo hablaban de una recesión mundial sino que anunciaban ya una mucho más grave depresión española, este buen señor acusó de «antipatriotas» a quienes lo explicaron. ¿Será ahora un antipatriota el líder de la «octava economía mundial»? ¿Será su plan «E» un nuevo fuego de artificio para alargar la agonía, sabiendo que jamás una crisis económica ha derribado en España un Gobierno del PSOE? En cualquier caso ha dado carnaza a la prensa. Pero no puede presumir ni siquiera de ser original.
Plan para arreglar una crisis que viene de muy lejos
Este 13 de enero se inaugura en Pamplona el Comité de Estrategia del Plan Moderna, formado por «sabios» en economía. Treinta y dos expertos de distintas ramas del saber, con experiencias muy variadas pero unidos por la cercanía al actual equipo de gobierno navarro UPN-PSOE, van a reflexionar sobre el futuro de nuestra economía. Servirá o no servirá, pero desde luego en los medios no se podrá decir que el Gobierno no hace, o no aparenta hacer, nada.
Si a comienzos de 2009 se admite que hay que «reflexionar sobre el modelo económico que le conviene a Navarra» será porque empezamos a admitir que el modelo vigente tiene sus riesgos. Bien, bien. Siempre los ha tenido, como todo monocultivo (por un lado) y como todo crecimiento cimentado en ayudas y protecciones (por otro). La cuestión es económicamente compleja (supongo: pero ahí están nuestros treinta y dos paladines, treinta y cuatro si les añadimos al presidente y al consejero Álvaro Miranda, para solucionarla) aunque históricamente no es nada insólita. Navarra no ha sido rica ni los navarros han gozado de un enorme bienestar durante la mayor parte de los siglos. Y durante la mayor parte de las últimas décadas se han dedicado grandes esfuerzos a sectores que hoy están en crisis o van a deslocalizarse, y se ha desdeñado en cambio la riqueza quizás menos vistosa pero seguramente más arraigada y tradicional. Ahora, al borde del abismo, vamos a «reflexionar». Bien.
Nombres polémicos
El órgano consultivo que este martes empieza a trabajar ha sido designado por el Gobierno a su gusto. Su meta es «definir una estrategia para Navarra» en los distintos escenarios posibles para la crisis. Los consejeros son académicos afines al ejecutivo, como Emilio Huerta, José A. García Durán, Primitivo Caballero, Manuel López Amo, Alfredo Martínez, Javier Tejada y Mario Gaviria, políticos como Nuria Iturriagagoitia, fieles servidores de la banca pública (CAN) como Enrique Goñi Beltrán de Garizurieta y Enrique de Mulder, y directivos de empresas como Benito Jiménez, Javier Orduña, Marta Machicot, Ana Izquierdo, Miguel Canalejo, Carlos Sánchez, Pablo de la Peña y, obviamente, Emilio Sáenz (Volkswagen).
Junto a ellos representantes de intereses muy bien arraigados en la Navarra actual, como Esteban Morrás (Endesa & Acciona), José María Aguirre González (ACS & Banco Guipuzcoano), Antonio Cancelo (Eroski & Mondragón), Sixto Jiménez (Mina & Eusko Ikaskuntza), sindicalistas profesionales como Miguel Ángel Ancízar de la UGT (ahora dedicado al sector de la vivienda), hombres de la Universidad de Navarra como Francisco Errasti y Juan José Toribio, altos cargos designados por Zapatero como Ramón Iribarren, los históricos socialistas José Antonio Asiáin y Carlos Solchaga, personalidades indudablemente respetables como Javier Manterola y Santiago Arellano, junto al también corellano el hostelero Antonio Catalán, asesor áulico tanto de Sanz como de Zapatero.
Por qué este camino no lleva a la salida
¿Son todos los que están? Seguramente sí. ¿Están todos los que son? Seguramente no, porque ni en nombre de la capacidad personal ni de la representatividad social ésta es la selección que habría hecho un Gobierno de derechas. Pero es que no tenemos un Gobierno de derechas, sino uno en el que el PSOE toma cada vez más decisiones aunque todo se sostenga con los votos del centroderecha navarro en 2007. Como ha dicho alguien que de esto sabe, «el verdadero problema es que estamos sosteniendo una economía socializada, si no socialista, con unos recursos de origen foral; y aparte de que no basten es que los estamos poniendo en riesgo por nuestra miopía colectiva. Por eso, como en otros temas, es bueno que ofrezcamos otro modelo de crecimiento». ¿Va a salir esa alternativa de este grupo? Como en el Plan E, es improbable, y seguramente el parto de los montes incluirá un mayor apuesta «en sectores que crecen y se desarrollan idiosincrásicamente ligados a las regulaciones proteccionistas» como las energías renovables y los servicios sociales.
Si hace falta «darle la vuelta a la economía navarra» es que algo se ha hecho mal hasta ahora o de cualquier modo va mal, y será necesario un cambio de gestión. Y si no hiciese falta tampoco sería necesario reunir semejante grupo de expertos y amigos. Salvo que la meta fuese, precisamente, la reunión (con las fotos consiguientes de los amigos, y expertos, dando públicamente la imagen de que se hace algo) más que una solución maravillosa para un problema cuya existencia se ha negado hasta ayer. Lo que venimos llamando propaganda, en suma, y de la cara además. Fantástica Fauna Foral.
Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 13 de enero de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/plan-zapatero-imitacion-plan-moderna-91748.html