César Antonio Molina consigue una sesión de sadomasoquismo de derechas

Por Pascual Tamburri, 14 de enero de 2009.

El ministro de Cultura presidirá junto a Miguel Sanz una conmemoración de los centenarios de las Navas de Tolosa y de la guerra de 1512. Con amplia cancha para visiones abertzales o peores.

Este lunes el consejero navarro de Cultura y Turismo, Juan Ramón Corpas Mauleón, el presidente, Miguel Sanz Sesma, y el ministro de Cultura, César Antonio Molina, presentaron en Pamplona la Comisión 2012, destinada a conmemorar la guerra contra los almohades, vencida en las Navas de Tolosa en 1212, y la guerra entre Francia y España, vencida por Fernando el Católico en 1512.

En ambos acontecimientos la presencia navarra fue relevante. En la batalla andaluza los navarros reiteraron su participación en la Reconquista –como no podía ser menos tratándose de un reino español y como tal nacido en y para la lucha por recuperar la patria perdida en 711- acaudillados por su último rey natural de estirpe hispana, Sancho el Fuerte. En la guerra del siglo XVI, una más en un complejo escenario europeo, Navarra fue de hecho un campo de batalla marginal, pero el momento fue decisivo para los mismos navarros, que vieron cómo con aquella ocasión y pese a la derrota de Rávena Fernando el Católico culminó en cuanto a este pequeño reino en larga guerra civil el viejo proyecto Trastámara de unidad, devolviendo a nuestra tierra la paz y desposeyendo a la dinastía por todos los conceptos francesa de los Albret. Mi querido amigo Juan Ramón Corpas acierta pues de lleno con la necesidad de que ambos centenarios sean recordados.

En realidad, la necesidad queda confirmada por la manera en que los medios de comunicación han dado la noticia, prensa, radio, televisión e internet por igual. Si a estas alturas los escribidores de discursos para políticos, los políticos de medio pelo en ejercicio y por supuesto los periodistas de infantería repiten aún lugares comunes descartados hace décadas por la investigación científica más seria, queda claro que hace falta un empujón público al conocimiento de nuestro pasado. Es hiriente leer en medios supuestamente serios y oír de labios supuestamente cultos auténticas memeces de suspenso directo como que las cadenas de las Navas son las del escudo de Navarra (como si Faustino Menéndez Pidal nunca hubiese escrito nada) o que Navarra fue incorporada a la monarquía católica contra la voluntad y la identidad de los navarros (como si, por no extendernos demasiado, Prosper Boissonnade nunca hubiese investigado la cosa y Eloísa Ramírez Vaquero no hubiese traducido hace ya años su libro).

Abertzales y cosas peores

Si uno ve la lista de «comisionistas» que acompañarán a Corpas en la tarea la sensación es agridulce. Hay excelentes profesionales y personas que saben de qué va este oficio. Otros, nombrados por diferentes componendas políticas, sencillamente no. El Gobierno de Navarra ya gastó demasiado dinero público, por cierto estando UPN en el poder, financiando la tarea euskotoponímica de los Mikel Belasko y los José María Jimeno, con los resultados que se conocen. Puede ser cómodo políticamente pagar de nuevo con dinero público la difusión de la versión éuskara del pasado, que es la propia de mi amigo Roldán, hijo del último de los citados. Puede ser igualmente cómodo dar entrada en ese nuevo órgano o en su periferia a socialistas y afines, ahora que ya sin pudores el navarrista Sanz y el socialista Roberto Jiménez «apuestan por la estabilidad y un criterio único en las instituciones». Pero los navarros que votaron a UPN en 2007 no lo hicieron para permitir a un nuevo ejercicio de masoquismo a costa de la identidad, la historia y los símbolos de Navarra.

Con eso y con todo, el mayor riesgo de la Comisión 2012 no es ni la manipulación abertzale, ni la lluvia de prebendas, ni la rendición a la corrección política en nombre de la tolerancia centroide y la pluralidad acomplejada. El peor riesgo es la sumisión a la mediocridad pueblerina y navarrera, la repetición, otra vez, de las eternas letanías de lugares comunes, de ignorancia aparentemente erudita, de citas resobadas de libros que se desconocen, de autocomplacencia facilota como si el centro del mundo, de la vida y de la verdad estuviese en esa nebulosa Cuenca que el lunes visitó Molina. Ya hemos tenido bastante de esto, y es hora de recordar que esto es España antes de ser la comunidad foral que es hoy, y es Europa porque tal es nuestra más honda raíz histórica, para nada miope, cerrada ni cobarde. Juan Ramón, defiende la verdad, por favor, pastorea bien el rebaño y que no se rían de la gente que impidió hace dos años la rendición ni de la que nos hizo libres hace ocho y cinco siglos.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 14 de enero de 2009, sección «Ruta Norte».
http://www.elsemanaldigital.com/blog/cesar-antonio-molina-consigue-sesion-sadomasoquismo-derechas-91799.html