Si España sigue así, la democracia puede convertirse en totalitarismo

Por Pascual Tamburri Bariain, 10 de febrero de 2009.

La democracia es nuestra forma de gobierno. Pero Ignacio Gómez de Liaño cree que es frágil, y analiza en un libro polémico los que considera peligros internos de totalitarismo.

Ignacio Gómez de Liaño, Recuperar la democracia. Siruela, Madrid, 2008. 220 pp. 18,90 €

Ignacio Gómez de Liaño no es un intelectual al uso. Aunque enseña Estética sus inquietudes y ocupaciones han sido varias, y no responde al perfil convencional de universitario español de nuestro siglo. Raramente en las últimas décadas una misma persona ha sido capaz de ocuparse sucesivamente y con calidad de arte y de poesía, de sociología y de filosofía. Independientemente de cuáles sean las opiniones del lector Gómez de Liaño merece ser conocido porque no parece que estemos produciendo muchos ensayistas con su hondura intelectual, su calidad literaria y su amplitud de miras, exhibidas en Recuperar la democracia.

Este libro responde también a la personalidad y la forma de trabajar de su autor. Que nadie espere encontrar un estudio de apariencia académica, con notas al pie y alardes de erudición. Es un ensayo en su forma tradicional, una exposición de las ideas del autor sobre la deriva de nuestra política y, por extensión, de nuestra sociedad y de nuestra cultura. Un ensayo sin pretensiones ideológicas pero sin complejos, en el que Gómez de Liaño renuncia a cualquier corrección política y presenta su visión de las cosas con esa libertad que caracteriza a los aristócratas del espíritu. De los cuales, ay, van quedando pocos.

El libro se articula en cuatro partes en las que el autor expone sus ideas sobre los dogmas políticos y culturales hoy imperantes, sobre el connubio entre socialistas y nacionalistas para alterar radicalmente la democracia española, sobre la Constitución de 1978, sus aciertos y sus fallos –sin negar los primeros y sin ocultar los segundos-, y finalmente sobre la situación política en sentido amplio. Esta última parte es una entrevista entre el autor e Ilia Galán.

En los últimos años en España ha surgido un movimiento popular en defensa de la libertad y del orden; una derecha social que ni siquiera es derecha en muchos de los sentidos tradicionales, pero que de manera espontánea y desorganizada se ha enfrentado en el ágora a la misma degeneración de la política que denuncia Gómez de Liaño. Esa sana reacción popular cree haber fracasado porque José Luis Rodríguez Zapatero sigue en el poder y sigue imponiendo desde él su revolución sonriente. Es sin embargo un triunfo en sí misma, porque España tiene ahora mismo una sociedad más articulada y una capacidad social de resistencia contra la decadencia que hace veinte o treinta años. Sin embargo esa masa social tiene tres problemas sin resolver: la falta de orden y rigor intelectual, con una excesiva dependencia de una cierta vulgata liberal; la dependencia de un partido político, el PP, cuando en rigor debería ser la expresión política la que dependiese de los movimientos del pueblo; y un casi patológico pesimismo, que ante la mínima dificultad se convierte en una sensación de impotencia, de frustración y de inminente y abismal derrota tan propia de la derecha española en otros tiempos.

Gómez de Liaño despliega unas ideas muy personales, a veces contradictorias entre sí, que no coinciden con el ideario de ningún partido político. Sí responden sin embargo a la voluntad de reaccionar frente a la misma situación que ha sacado a millones de españoles a la calle; y de hacerlo sin caer en el triple error en el que inevitablemente cae nuestra derecha social desnortada: Gómez de Liaño no predica ninguna ideología sino que expone articuladamente su visión de los problemas y de las soluciones, no se detiene a defender o atacar la tarea de un partido, sino que explica cómo la libertad de la persona está por encima de esa servidumbre; y sobre todo no es pesimista, ya que no trata de analizar el cadáver de nuestra democracia, sino que explica cómo puede sobrevivir.

Contra el totalitarismo light

Para Gómez de Liaño el problema de la España democrática es la tentación totalitaria. España es hoy y desde 1977 una democracia formal, pero eso dice poco sobre la libertad real, y menos aún sobre el futuro de nuestra sociedad. La democracia es algo más que un mecanismo para la sucesión de gobernantes, porque si se limita a eso no hay mejor caldo de cultivo para un totalitarismo. Incluso un totalitarismo que conserve, por qué no, el aspecto de una democracia.

¿Es España una democracia? Gómez de Liaño no tiene miedo en decir que cada vez menos, y no porque no haya elecciones sino porque, además de éstas, los españoles no son realmente libres. Paradójicamente ha habido regímenes autoritarios en la historia que han reconocido más libertad a la sociedad. La economía, las modas sociales, las artes, la educación y la cultura en España anuncian una estatalización imparable, además de una progresiva ideologización de ese Estado omnipotente: cada vez más, excepto en la forma, un Estado totalitario.

Las páginas de Gómez de Liaño sobre la educación y sobre el nacionalismo merecerán sin duda figurar en cualquier historia objetiva que sobre nuestro tiempo se escriba dentro de medio siglo. Será entonces difícil comprender cómo los españoles de comienzos del siglo XX aceptaron las «dictaduras de proximidad» de unas Autonomías hipertróficas que pocos querían así, o cómo los profesores de este momento renunciaron sin queja a dejender la calidad de la enseñanza. Pero así ha sucedido con todos los Estados totalitarios: sólo una minoría de quienes vivieron su establecimiento fueron conscientes, y sólo vagamente, de qué estaba pasando.

Si compra usted este libro, no lo lea sólo; reléalo, vuelva sobre él y guárdelo. Los juicios certeros de su autor le explicarán dentro de unos años los que estamos viviendo, y a cuidada y grata edición de Siruela hará siempre que sea un placer intelectual acercarse a Gómez de Liaño.

Pascual Tamburri Bariain
El Semanal Digital, 10 de febrero de 2009, sección «Libros».
http://www.elsemanaldigital.com/espana-sigue-democracia-puede-convertirse-totalitarismo-92844.htm